Crítica de Pacific Rim

Si cogemos una cazuela y en ella introducimos fragmentos de Evangelion y los animes de Mechas típicos japoneses, añadimos un poco de Power Rangers y aderezamos todo con unos salpicones de películas clásicas asiáticas como Gozdilla o personajes Sentai como Ultraman, la receta resultante sería sin duda Pacific Rim.
Puede ser que todos y cada uno de los nombres citados me encanten y por ello mi disposición a juzgar positivamente la última película de Guillermo Del Toro, pero la realidad es que me ha encantado, por fin alguien se ha atrevido a coger un género como esté y lo ha adaptado a la gran pantalla de una forma que respete a los originales en los que se basa y a la vez evoque atisbos de originalidad con un guión que intenta escapar un poco de los recursos típicos que esos productos, anteriormente citados, utilizan para sus tramas.
La película es un despliegue de efectos especiales muy conseguidos y es entretenimiento puro y duro, si bien no alcanza los tintes para ser catalogada como una de esas matamata palomitera a lo Gi Joe, le falta poco para ello, lo cual no es malo, pero tal cual está quedó perfecto. Así mismo la cinta de Guillermo Del Toro no se enzarza en un guión complejo ni te exprime el coco para que profundices en la complejidad que puedan tener los personajes, simplemente presenta una historia ya desde el primer minuto de metraje, introduciéndote muy acertadamente en el mundo donde se desarrolla la acción, y a partir de ahí se construye una trama sencilla, que no por ello de menor calidad, en la que lo importante es ver a unos espectaculares robots combatir contra unos no menos impactantes monstruos que llegan a nuestro mundo con el objetivo de destruirnos, vamos lo que siempre nos pasa a los humanos, que somos la golosina de todas las razas del Universo.
Guillermo Del Toro no se queda corto a la hora de homenajear en el filme a las maravillosas películas protagonizadas por señores como Godzilla o Gamera, a la par realiza deliciosos guiños que encantarán sin duda a los más otakus y freaks, con gags clásicos y continúas referencias al cine del género. Lo hace todo sin caer en las suculentas garras del remake o reboot al uso y sin recurrir a exigencias típicas de las productoras en torno a dejar cabos sueltos que propicien una segunda entrega, todo queda atado y bien atado.
Por otro lado, no dejo de ver una clara intención por parte del señor Del Toro por intentar dotar de alma a los robots y concretamente a uno, que lleva la voz cantante durante toda la película y que a mi humilde entender no es sino más que un homenaje a Mazinger Z. Es cierto que no llegas a encariñarte con la máquina, esa parte sentimental no está trabajada ni tampoco creo sinceramente que mereciera la pena explotarla, pero es un dato curioso dado que siempre se tiende a adoptar cierto apego por el robot pese a que este seá un montón de cables comandados por unos humanos que lo pilotan. No se quien comparaba cierta escena con otra que aparecía en Transformers y que dejaba mal parado a Optimus Prime… Dicha escena daba “pena” entonces por la personalidad del jefe de los Autobots, pero la daba por que era un ser vivo, no un robot al uso, cosa que no sucede en Pacific Rim y puede que por ahí, los más puritanos echen en falta ese toque sentimental.
Los efectos especiales son geniales, la verdad es que actualmente en este tipo de producciones es muy difícil encontrarse con malos efectos, sin embargo si hay algo que pueda tildarse de forma negativa en la película, es el hecho de que la mayoría (por no decir todas) de secuencias de combate entre robots y monstruos, se ubican en entornos oscuros, de noche, o tras las gotas de una intensa tormenta o bajo el mar. Ello no hace que sea peor, de hecho se ven muy bien todos los planos y todos los golpes, al contrario que en Transformers, hay secuencias muy bellas y logradas, pero ello no consigue evadir el olor a ese típico recurso cinematográfico de enmascaramiento de imágenes, pues no hace falta ser muy listo para saber que tal despliegue de efectos especiales y secuencias digitales, conlleva una serie de posibles errores o fallos que pueden dejar en bragas al efecto especial perseguido y que se subsanan simple y llanamente añadiendo a las mismas entornos oscuros o “manchados” con agua para que no canten demasiado según que tomas. OJO, esto no le resta calidad al film, pero si se echan en falta combates a plena luz del día, eso le daría tal vez mayor credibilidad.
En general se trata de una película arriesgada, una propuesta valiente que si bien podría haber dado mucho más, ha dejado alto el listón para posibles proyectos futuros en torno a esta idea. Sin duda el producto que presenta Del Toro se dirige a ese público friki, esos otakus, esos fans veteranos que añoran el clásico cine del género japonés “Kaiju eiga”, y en general a todos los que en su día jugábamos a los Power ranger en la escuela, porque al final, todos llevamos un niño dentro y todos queremos volver a aquellos tiempos en los que la crisis poco importaba, lo importante era salvar el mundo de Lord Zedd o combatir codo con codo con el gran Mazinger Z.
En resumidas cuentas, película muy buena, una cinta que pasará a ser un clásico de la ciencia ficción con los años. Muy simpática también la incursión de una pareja bastante habitual en este tipo de proyectos como son los científicos medio pirados, muy singulares, un par de frikis de proporciones épicas que al final siempre tienen la clave de todo, y sobre todo la incursión de los habituales del director pues no faltan ni Santiago Segura ni Ron Perlman. El primero como siempre hace un cameo estúpido, en la línea de sus trabajos habituales, por su parte el segundo protagoniza una peculiar subtrama sobre el contrabando y el mercado negro de cosillas un tanto especiales.
En definitiva, una gran película de acción, un homenaje claro y directo a las series Sentai, al anime de Mechas y el género clásico japonés “Kaiju eiga”, todo con unos diseños muy chulos de los robots y con una más que demostrada elegancia y respeto hacia las bases que sustentan toda la trama. Bravo señor Del Toro.

Nota: 8,5

Crítica de Man of Steel

Después de una pequeña decepción con Ironman 3, llegué a afirmar que no iba a volver a disfrutar con una película de súper héroes al nivel con el que disfruté con Los Vengadores, esa sensación de salir del cine temblado, de haber visto un producto que escapa a la comprensión habitual y que te deja una regusto muy dulce durante mucho tiempo. Sin embargo, hoy, he vuelto a sentir esa sensación porque Man of Steel es una absoluta maravilla desde lo visual hasta lo argumental y a mí me ha dejado sin palabras.
Para empezar la película da comienzo de forma espléndida, no se me ocurre mejor forma para empezar a narrar la historia que esta, ese Kryptón absolutamente magistral, esa deliciosamente cuidada acción, esos planos inmensos donde se aprecia cada detalle del mundo de Superman, hace que te introduzcas desde el minuto 0 en la trama y que el resto de película ya te parezca sublime porque con un arranque tan potente, difícilmente se puede empeorar.
Efectivamente, conforme pasa el tiempo me voy convenciendo más y más de que la cinta me va a trasladar al colapso del placer, bien es verdad que en algunos momentos, casi me dio la sensación de que iba demasiado rápido y la percepción del tiempo entre secuencia y secuencia para que estás tengan sentido se me hizo un poquito confusa, evidentemente con las explicaciones posteriores y viendo los contextos de las siguientes secuencias, tiene que ser uno mismo el que deduzca que entre secuencia y secuencia trascurre un tiempo prudencial para que pueda tener sentido cada uno de los acontecimientos que suceden.
Destaca enormemente como una historia tan conocida por todos como es la de Superman, o Clark o Kal-El, puede volver a contarse de una manera tan rica y original, es muy difícil no caer en lo mismo de siempre y a la vez sorprender. Zack Snyder y Nolan consiguen este efecto a la par que nos ofrecen un clímax prácticamente a cada 20 minutos con escenas épicas, cargadas de acción, de suspense, de emoción y de sobresalientes efectos especiales, que no hacen más que meterte en el mundo que ambos cineastas han estructurado.
Todo ello se engrandece con unas majestuosas interpretaciones por parte del reparto, entre las que destacan sobremanera el sorprendente Zod, en la piel de Michael Shannon, que me ha dejado de piedra mostrando un villano de esos memorables que pasan a la historia; o el enorme Russel Crowe como Jor-El, que simplemente está sublime. El propio Henry Cavill es un superman en toda regla, con ese toque ingenuo del personaje a la vez que imponente, deja en muy mal lugar a Brandon Routh y en una posición delicada al propio Reeve, si bien es verdad que el argumento de esta cinta dista mucho del punto de vista que Richard Donner ofreció en los 70 de Superman y por tanto sería injusto juzgar dos productos y dos interpretaciones claramente diferenciadas por el contexto narrativo.
El resto de actores que completan el reparto están estupendos, cumplen con sus papeles, espectacular Faora, una dignísima Lois Lane, a cargo de Amy Adams, que recupera su toque aventurero y duro, un Jonathan Kent, interpretado por Kevin Cosner, más obsesionado que nunca con proteger a su hijo adoptivo y en general un acierto total en todas las interpretaciones. Lo que no llegue a ver con claridad son todos los supuestos guiños a otros personajes de DC que varios frikoncios aseguran haber pillado en la película, sinceramente yo solo he visto referencias a personajes del propio universo de Superman, muy sutiles, pero bueno, tal vez sea yo que no los vi.
De igual forma que el arranque de la película hace que mantengas la boca abierta de estupefacción, la parte final de la misma no se queda atrás y ofrece una amalgama de acción solo comparable con la que Joss Whedon ofreció en Los Vengadores, salvando por supuesto las diferencias, pero igual de apoteósica, espectacular, vibrante y asombrosa que los mamporros rubricados por Thor, Capitán América y compañía. También debo decir que en este caso, la acción de Los Vengadores, esa parte final, está ligeramente mejor rodada por la fluidez de los planos y la complejidad a la hora de mostrar en pantalla a varios personajes a la vez en situaciones diferentes sin que la cámara se resienta con movimientos violentos. Sin embargo, en Man of Steel, esa acción que recuerda enormemente a Los Vengadores, se ve ligeramente ensombrecida por un excesivo movimiento de cámara y apabullantes explosiones y destrucciones que, si bien quedan muy espectaculares, le restan calidad de rodaje. 
De todas maneras, esos pequeños matices que un servidor aprecia desde la parte más friki de su ser, se ocultan perfectamente detrás de la fórmula narrativa correcta que se emplea para contarnos toda la historia; y el hecho de que no tengas ni un minuto de descanso y que no puedas apartar la vista de la pantalla, hace que todo lo que pueda ser negativo desaparezca aunque esté ahí. Zack Snyder consigue además desmarcarse de sus últimos trabajos sin renunciar a la magia que hace este hombre en el terreno visual. Realizar una película creíble de Superman sería a mi juicio un pretencioso error y afortunadamente Man of Steel no cae en el mismo y ofrece una historia realista que no tiene por qué ser creíble, pero sí realista. En ese aspecto se distancia del Batman Begins con el que muchos críticos la comparan, pues el hombre murciélago cuenta con un argumento realista y creíble, lo cual le pega por las características del personaje y el enfoque de Nolan, pero para nada se adecua a un personaje como Superman, y es precisamente por eso por lo que no veo en absoluto al Batman de Nolan compartiendo aventuras con este Superman en una supuesta Liga de la justicia.
Precisamente los críticos son los que más caña le han dado a la película, me ha sorprendido ver la cantidad de críticas negativas que tiene Man of Steel, de hecho me sorprende más aún que en una sola semana que lleva en cartel en Estados Unidos, haya sido ya relegada al tercer puesto en la taquilla, cosa que por ejemplo con el mismo Ironman no sucedió, manteniéndose líder varias semanas consecutivas. 
Desconozco porque tantos ataques a la cinta de Snyder, tal vez se deba porque la crítica especializada como se hacen llamar, esperaba una película en la línea de Zack Snyder, es decir estrambótica de principio a fin, rara y con eternas secuencias a cámara lenta y desenlaces sangrientos, dramáticos e incluso Gore. Como decía antes, Snyder se desmarca de ese tipo de cintas y puede que por ello estos heraldos de la crítica ataquen a este producto que por ser pura acción y adrenalina, no les llega a llenar sus ansias de drama y de sufrimiento para el súper héroe, algo que sigo sin entender porque, les gusta tanto.
Volviendo a la película, poco me queda que añadir, es una cinta memorable, por fin Superman tiene un producto en la gran pantalla que le hace justicia y de seguir por la misma senda, las posibles próximas entregas desde luego pueden ser bestiales. Man of Steel es recomendable 100%, es una película que rebosa diversión, espectáculo y majestuosidad por todos y cada uno de sus frames. Enorme en todos los sentidos, defraudará a los que busquen un nudo y desenlace propio del denominado visionario director y encantará a los fans del superhéroe, bravo por Snyder y bravo por Nolan y compañía. 

Nota: 10/10

Crítica de Ironman 3

Es curioso, llevo una temporada que todas las películas que he ido a ver al cine me han gustado y mucho, no me esperaba que precisamente con la cinta que he ido a ver en esta ocasión me sucedería lo que me ha pasado. Sorprendentemente, y contra todo pronóstico, la esperada Ironman 3 ha resultado ser una enorme decepción en muchos sentidos, aunque se trate de una película correcta e inevitablemente entretenida, podría afirmar que de todas las cintas realizadas por Marvel, esta sería de las peor paradas, a la par con Thor, aunque ésta en su día me gustó más. 
El problema principal de Ironman 3 radica principalmente en el planteamiento del villano, “El Mandarín”, que en mi opinión es una burla mala del personaje original. Sin motivo aparente, han convertido a uno de los grandes villanos de Marvel en un inepto, un mindundi que recurre a chistes de mal gusto para intentar hacer gracia, yo personalmente no me he reído en ningún momento y por supuesto me ha parecido completamente desafortunado plasmar a este personaje de una manera tan ridícula y pueril. 
La cinta en general yo la concibo como un intento de fusionar la estructura narrativa de la saga Batman de Nolan con la tónica habitual llevada por Marvel en las entregas anteriores del personaje, una fusión que como resultado ha dado un producto confuso y que cambia radicalmente el enfoque original del personaje en el cine. Sucede con esta película que el director y también guionista Shane Black ha cogido la novela gráfica de Warren Ellis y Adi Granov “Extremis” y la ha reescrito o re interpretado a su antojo para, yo creo, intentar sorprender al espectador a la par que recupera a un villano clásico y lo introduce en ese contexto. El problema viene cuando la sorpresa es para mal, y sí, debo reconocer la valentía del citado director al apostar por tan arriesgada maniobra, que no deja indiferente a nadie, pero que tiene la consecuencia de que al Marvelita puro y duro no le va a gustar nada; y posiblemente aquí, en este punto, convenga decir que este hecho hará que la película te encante o que la odies. 
Evidentemente la película cumple el reto de escapar a la enorme y alargada sobre de Los Vengadores, y por otro lado despertar el interés de los fans por el personaje. Como cinta de acción, no puedo decir que sea mala y es que evidentemente es muy atractiva, no solo en lo visual sino en el entretenimiento. La verdad es que el metraje pasa rápidamente, no se hace pesada y en ciertos momentos la disfrutas porque hay muchas secuencias muy buenas y los efectos especiales han mejorado en relación a las primeras entregas, son muy buenos y el resultado visual no decepciona. 
Es un caso muy curioso esta película porque empieza fenomenal, presenta la trama de forma correcta enlazando con brillantez con la primera entrega y ofreciendo guiños a sus predecesoras; todo parece presagiar que por delante tenemos un par de horas absolutamente bestiales de entretenimiento puro y duro. Lamentablemente, conforme pasan los minutos, nos vamos encontrando con que la película va en descenso, y sigue cayendo en picado hasta volver a alzar el vuelo y elevarse en la recta final para después volver a caerse con todo el equipo. Lo mejor de la cinta es cuando Tony Stark viste la armadura, es decir, las apariciones de Ironman son lo que salva la película porque como he comentado antes, todas ellas son impresionantes y muy conseguidas. 
No me ha gustado nada el verdadero némesis, si bien es verdad que lo del extremis está conseguido y me ha resultado atractivo, el contexto en el que se ubica y el desarrollo de la misma no me convence precisamente por las circunstancias comentadas anteriormente y es que ¿desde cuándo hace falta inventarse un villano en los super héroes? 
Por otra parte, la visión de Tony Stark en la película sí que me ha gustado, en esta ocasión, después de los acontecimientos de Los Vengadores, vemos a un Tony consumido por los miedos y la ansiedad, un Tony que busca desesperadamente proteger lo que más le importa y temeroso de un nuevo ataque a escala global. Esta desesperación le lleva a involucrarse más que nunca en su trabajo y construir armaduras como churros para poder estar preparado, aunque al final de la película toda esta parafernalia sea en balde. 
Por su parte el papel que desempeña “Máquina de guerra”, alias Iron Patriot, alias James Rhodes, es terriblemente decepcionando y hasta ridículo en ocasiones, mismamente la secuencia del acción, tiene lógica emplear a un sujeto que vuela y que está cargado con cientos de armas para que viaje dentro del avión, en lugar de fuera volando protegiéndolo. Pero al margen de esta pequeña reflexión, más decepcionante que Ironman ha sido como digo, Iron Patriot, totalmente desaprovechado; fue mucho más útil y fiel a los comics en la segunda entrega porque dicho sea de paso, Iron Patriot en los comics no tiene nada que ver con James Rhodes. 
Luego tenemos el desenlace de Pepper Pots, que para mí ha sido lo más sorprendente de la cinta pero para mal, que enorme ida de olla. ¿Original?, sí, sin duda lo es; ¿Atrevido?, desde luego; ¿acertado?, yo creo que no. No voy a destriparlo obviamente, pero no me ha gustado nada. Y luego estarían los pequeños fallos que como suele pasar tampoco es que sean demasiado importantes pero sí se acrecentan a la hora de buscar ciertas explicaciones para según qué cosas, porque muchas quedan cojas. 
Para alivio de mis oídos, pues no me considero fan de AC/DC ni ese tipo de música, Ironman 3 prescinde de esa banda sonora e incorpora una más “típica” de este tipo de películas, obra de Brian Tyler, pero que tampoco es algo del otro mundo. Digamos que cumple, pero no llega a la epicidad que merece un super héroe como este. Y como siempre Stan Lee hace acto de presencia en la línea que siempre muestra en la saga, con una simpática secuencia. 
Ya es habitual que al finalizar una película de Marvel, esta oculte una escena secreta tras los créditos, aquí también se da el caso pero lamentablemente es igual de decepcionante que toda la película, no aporta nada salvo un simpático chascarrillo, pero nada que aporte luz sobre el futuro del universo Marvel en el cine. Aparte, cuesta mucho digerirla cuando te comes unos interminables títulos de crédito. 
No me resta mucho más que añadir, para poder desmenuzar en profundidad la cinta y dejar claros todos los puntos por los que me ha defraudado la cinta, tendría que meterme ya con spoilers, y sinceramente no me gusta hacerlo. De tal forma que mi impresión total sobre la cinta se resume en pocas palabras. Película deshilvanada, inevitablemente entretenida, pero sobre la cual pesa mucho la potencia y la sombra de Los Vengadores, y cuyas licencias libres que adopta no enriquecen al personaje; todo ello hace que la película decepcione en rasgos generales aunque habrá quien la considere una obra maestra por la valentía del director a la hora de versionar extremis y ofrecer tan singular destino al Mandarín. 
Inferior a las dos entregas anteriores, cumple su objetivo vagamente y no dejará a nadie, pero a nadie, indiferente. La sorpresa está garantiza, otra cosa es que te guste.

Nota: 6.5
 

Crítica de Oblivion

En un año en el que Hollywood apuesta muy fuerte por el género de la ciencia ficción, Oblivion es quizás uno de los buques insignia de esos proyectos cinematográficos que veremos este año 2013, que vuelvo a repetir, viene marcado por muchas e interesantes propuestas de ciencia ficción. La que nos ocupa en este momento es Oblivion, y verdaderamente tengo que decir que la película a mí me ha encantado, me parece una gran película de ciencia ficción, un título imprescindible para los amantes de este género digna de convertirse dentro de algún tiempo, en uno de esos títulos de culto dentro del género. 
En esta película, la trama gira como viene siendo habitual en un futuro post apocalíptico, nos ubica en el año 2073; hace 60 años el planeta fue atacado por una raza extraterrestre y a humanidad, pese a salir victoriosa de ese enfrentamiento, tuvo que verse obligada a emigrar tras quedar todo el globo contaminado de radiaccion. El protagonista es Jack Harper (Tom Cruise), un antiguo marine, y uno de los pocos habitantes que siguen en la Tierra con la misión de vigilar y asegurar el correcto funcionamiento de unos drones que tienen a su vez el objetivo de controlar una operación masiva para extraer los recursos del planeta. La llegada de una joven misteriosa, que Jack recuerda por algún motivo en sus sueños, desencadenará una serie de acontecimientos que lo obligan a cuestionar sus convicciones y le descubrirán una aterradora verdad. 
La película es pura ciencia ficción, y como ya comenté anteriormente, es una gran cinta. Con ella viví de nuevo la sensación de placer y asombro que ya sentí cuando ví MatrixDesafío total, ese tipo de experiencia cinematográfica que te sorprende. La película comienza de una manera, presentando una historia y una trama que poco a poco va adquiriendo bastante complejidad. Después, toda esa amalgama de recursos van adoptando unos inesperados y sorprendentes giros de guión y evolucionan la historia de una forma que sorprende y que no te puedes esperar, un cambio radical en la sucesión de acontecimientos de la película que hace que el espectador disfrute muchísimo. 
Al margen de esto, la compleja trama se hace cada vez más interesante cuantos más interrogantes plantea, llega un momento en la cinta que tienes un montón de frentes abiertos y eres incapaz de imaginar como van a solucionarlos y como van a explicarnos las cosas. Sorprendentemente, de repente, y gracias a ese giro de guión, todo adquiere sentido y se va explicando correctamente de una forma elegante, sencilla pero compleja, de forma que el espectador tenga que pensar, pero tampoco que se tenga que romper la cabeza. Es decir, no te lo dan mascado, pero te facilita la digestión. Dos horas de metraje que se pasan volando, dos horas de metraje absolutamente espectacular en lo visual, con unos logrados efectos especiales y una espectacularidad asombrosa, siempre necesaria en este tipo de cintas. 
La película está basada en una novela gráfica de Joseph Kosinski (el artífice de Tron: Legacy) que también se encarga de la dirección y Arvid Nelson. Brillante fotografía para introducirte en esa atmósfera de destrucción y en la lejanía del ser humano con la madre naturaleza y una magnífica banda sonora a cargo de Anthony Gonzalez, con su grupo musical M83, una autentica joya musical que te introduce totalmente en ese mundo intrigante. Tom Cruise, como siempre, cumple de forma eficaz con un papel que le queda bien. El reparto en general, es estupendo, aunque realmente buena parte de la cinta está protagonizada al completo por él. En el reparto como digo están Morgan Freeeman, Olga Kurilenko o Andrea Riseborough; y todos desarrollan su papel con corrección y eficacia. 
Siempre digo que es muy complicado hacer una buena película de ciencia ficción, hay que saber trazar muy bien todas las tramas y cerrar cada una de ellas. De igual forma, tienes que dotar a un mundo fantástico, de realismo creíble y a su vez que todo se acompañe de un buen espectáculo visual y unos dignos efectos especiales. En este caso se cumple todo pero además de eso, sorprende, porque como ya sucediera con títulos como Desafio total o Matrix, esta cinta ofrece te llena y sales del cine con la sensación de haber visto un producto espectacular. 
He leído por ahí varias críticas que dicen que resulta repetitiva, que cae en los estereotipos de siempre, que utiliza recursos ya gastados y vistos en muchas películas similares…. Bueno realmente a todos estos señores les diría que, además de estar en total desacuerdo, este tipo de historias son lo que son y tenemos que disfrutarlas. Siempre que estén bien hechas, las películas que nos muestren un mundo post apocalíptico y recurran a la ciencia ficción para hacernos disfrutar, pueden utilizar lo que sea y aportar algo al nutrido universo de ciencia ficción. Las similitudes con ciertos clichés del género, yo prefiero tomarlo como sutiles homenajes, por citar algo, las claras tendencias Star Wars en alguna de las persecuciones y las evidentes semejanzas del papel de Freeman con el clásico personaje “Morfeo” que relata la realidad al “elegido” para que les ayude. 
Puedo aceptar que la película comienza presentando un hilo conductor muy original que en la segunda parte del film cae en argumentos más quemados y puede ser que los más puritanos en la materia hayan visto esto como algo negativo. En mi caso lo he visto acertado, me ha sorprendido porque no me lo esperaba, y sí puede ser que el final de la película tenga algunos matices predecibles, pero en su conjunto, la cinta es una de esas películas que merece la pena visionar y guardar en la lista de grandes películas de ciencia ficción. Démosle tiempo, no se cuánto, pero estoy seguro que a no mucho más tardar, esta película se hará un hueco en el ranking de mejores títulos de este género. 
Y añado, con todo, esta es una película bastante “friki”, tiene aspectos que inevitablemente la conducirán a esa selección de filmes con fuerte presencia de público friki sobre todo por la conclusión, así que ojito con ella porque tiene muchas cosas interesantes y como todas, lo reconozco, cae en ciertos estereotipos; pero como ya he dicho antes, en esta ocasión, los mismos están perfectamente justificados y enriquecen una trama que no deja indiferente a nadie. 

Nota: 8,5

Crítica de Gi Joe, La venganza.

Me he pegado una semana santa cinéfila, no puedo negarlo, he visto dos cintas y las dos me han gustado, de forma que no puedo quejarme. La que nos ocupa en cuestión es la segunda entrega de Gi Joe, que añade el subtítulo “La venganza”, muy bien añadido además. 
Tal y como sucedió en la primera entrega, esta cinta es espectáculo puro y duro, entonces ya disfruté, pero en esta ocasión toda la diversión de aquella película se encuentra multiplicada por 2 o incluso por 3. Desde el primer minuto de metraje, cada secuencia es acción pura, no hay ni un minuto de relax y el que diga que se aburre viéndola, miente como un bellaco. 
No esperéis que realice un análisis muy profundo sobre la historia o el argumento, en esta película brilla por su ausencia cualquier complejidad argumental, pero en absoluto desmerece el producto final, al contrario, a veces se hace necesario ver una película de estas para olvidarse de muchas cosas y evadirse en una amalgama de secuencias de acción plagadas de graciosos comentarios, muy bien traídos, y no exentas de tópicos y estereotipos que, por otra parte, tampoco molestan. 
Es una película tremendamente friki, entiéndase friki en el contexto divertido de la palabra, es una cinta llena de escenas que en mi opinión, además de visuales y espectaculares, son homenajes al cine de acción y espionaje de siempre. Como fan de James Bond que soy, en esta película, al igual que me sucedió en la primera entrega, he visto muchos componentes propios de la saga del agente secreto pero magnificados al extremo, y claro está, hablo de la saga Bond en la que fue su época dorada con Sean Connery o Roger Moore. Es más, si en estas últimas entregas de James Bond recuperasen ese espíritu y parte de la “magia friki” de esta película, volverían a brillar como antaño. 
Nuevamente tenemos un nutrido grupo de villanos estrambóticos, a cada cual más singular que el anterior, y todos los gadchets que se presentan como los pequeños insectos voladores explosivos están a la altura de aquellos atunes espías de la primera entrega, vamos que en ese aspecto se mantiene en la línea de su antecesora. 
En esta película el equipo de los Gi Joe debe limpiar su honor y además vengar a la mayoría de sus miembros que, presos de una trampa y una compleja trama conspiranoide, han sido brutalmente asesinados. Para ello, los pocos supervivientes del equipo piden ayuda al único hombre en el que pueden confiar, aquel por el cual se llaman Gi Joe, que les ayudará a trazar el plan de venganza y a evitar un desastre nuclear a nivel mundial. 
Hablar de interpretaciones o diálogos complejos en esta película sería ridículo, los actores cumplen todos con su cometido que es la acción, al margen de eso, los hay mejores o peores y los hay más impresionantes y menos impresionantes. En el caso de Dwane Jonhson (La Roca), a mí me ha encantado, es un papel hecho para él, y Adrianne Palicki sorpresivamente me ha gustado, aunque no he podido evitar recordarla con las mayas de esa Wonder Woman fallida. 
En definitiva, una película entretenida, palomitera como la que más, a la cual no hay que buscarle mayor trasfondo e incluso me permito añadir que sin sonido, la película la entendería todo el mundo igual ya que es un libro abierto sin necesidad de dialogo ninguno, 100% espectáculo y acción, efectos visuales y simplicidad argumental para pasar un par de horas de diversión sin mayor pretensión que la de pasar un muy buen rato. Extenderse más, es innecesario en esta ocasión.

Nota: 7,5

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