Me he encontrado con una sorpresa en Netflix, Cassandra es una de esas producciones europeas que de repente aparecen en la plataforma y te atrapan sin esperarlo. Se trata de una miniserie de seis episodios, de ciencia ficción y terror, que nos vuelve a presentar un concepto narrativo bastante explorado, pero de esos que siempre mola ver con una vuelta de tuerca y un desarrollo más o menos atractivo.
Nos encontramos con una propuesta de terror y ciencia ficción en la que una computadora que controla toda una casa, conserva una conciencia y un comportamiento que hará que los habitantes de esa vivienda las pasen verdaderamente putas.
Es una historia manida, sí, pero el rollo retro que envuelve toda la idea y la acertada dinámica narrativa de los episodios, desvelando poco a poco el siniestro y oscuro pasado de la malvada máquina antagonista, hace que devores cada episodio con gusto. El ambiente en general es perturbador, la historia avanza incrementando poco a poco la angustia mientras va dejando pequeños detalles de una subtrama aterradora que hace que sientas un poquito de empatía hacia la malvada máquina, y claro, todo ello adereza la historia pese a que cuenta con algunos altibajos y momentos de esos de “exigencia del guion” que quizá estén un poco cogidos por los pelos.
Con todo ello, toda ese aura sombría y siniestra que baña cada episodio, hace que la serie tenga un encanto especial. Las interpretaciones de los pocos personajes que aparecen son creíbles, aunque destaca sobre manera la intérprete de la villana, como digo, es fundamental que este tipo de personajes tengan una buena interpretación.

Creo que se podría haber exprimido mucho más el guion y se podrían haber planteado sub tramas muy interesantes y desarrollos más extensos de algunos secundarios, porque al ser tan pocos episodios, realmente sientes que te quedan ganas de más, pero tal vez esa era la intención de los creadores, de hecho, por eso este tipo de series funcionan tan bien. No me acaba de convencer el cierre, al final todos los giros, todas las maldades, toda la intriga y todo el suspense queda un poco cojo con la resolución, floja a mi entender para todas las cosas que va presentando la trama, pero seguramente este sea uno de esos casos en los que lo que más se disfruta es el camino y no la meta.

Ya sabéis que no me gusta hacer spoilers y esta serie de esas que hay que verse sin tener ni idea, así que, si buscáis hacer un pequeño maratón de una miniserie que esta completa y sin temporadas ni mierdas, y que además recuerda en todo a Black Mirror, de la que estoy convencido que bebe a tope, esta es una muy buena opción.
Lo mejor: La villana y su desarrollo, buena interpretación y una historia que te atrapa, tanto su pasado, contado a modo de flashbacks, como su forma de ser y los oscuros secretos que esconde
Lo peor: Que abre puertas a pequeñas subtramas que se quedan sin desarrollar y que podrían exprimir mucho más la propuesta de esta serie. También el final deja que desear.
Nota: 7 / 10