Me he pegado una semana santa cinéfila, no puedo negarlo, he visto dos cintas y las dos me han gustado, de forma que no puedo quejarme. La que nos ocupa en cuestión es la segunda entrega de Gi Joe, que añade el subtítulo “La venganza”, muy bien añadido además.
Tal y como sucedió en la primera entrega, esta cinta es espectáculo puro y duro, entonces ya disfruté, pero en esta ocasión toda la diversión de aquella película se encuentra multiplicada por 2 o incluso por 3. Desde el primer minuto de metraje, cada secuencia es acción pura, no hay ni un minuto de relax y el que diga que se aburre viéndola, miente como un bellaco.
No esperéis que realice un análisis muy profundo sobre la historia o el argumento, en esta película brilla por su ausencia cualquier complejidad argumental, pero en absoluto desmerece el producto final, al contrario, a veces se hace necesario ver una película de estas para olvidarse de muchas cosas y evadirse en una amalgama de secuencias de acción plagadas de graciosos comentarios, muy bien traídos, y no exentas de tópicos y estereotipos que, por otra parte, tampoco molestan.
Es una película tremendamente friki, entiéndase friki en el contexto divertido de la palabra, es una cinta llena de escenas que en mi opinión, además de visuales y espectaculares, son homenajes al cine de acción y espionaje de siempre. Como fan de James Bond que soy, en esta película, al igual que me sucedió en la primera entrega, he visto muchos componentes propios de la saga del agente secreto pero magnificados al extremo, y claro está, hablo de la saga Bond en la que fue su época dorada con Sean Connery o Roger Moore. Es más, si en estas últimas entregas de James Bond recuperasen ese espíritu y parte de la “magia friki” de esta película, volverían a brillar como antaño.
Nuevamente tenemos un nutrido grupo de villanos estrambóticos, a cada cual más singular que el anterior, y todos los gadchets que se presentan como los pequeños insectos voladores explosivos están a la altura de aquellos atunes espías de la primera entrega, vamos que en ese aspecto se mantiene en la línea de su antecesora.
En esta película el equipo de los Gi Joe debe limpiar su honor y además vengar a la mayoría de sus miembros que, presos de una trampa y una compleja trama conspiranoide, han sido brutalmente asesinados. Para ello, los pocos supervivientes del equipo piden ayuda al único hombre en el que pueden confiar, aquel por el cual se llaman Gi Joe, que les ayudará a trazar el plan de venganza y a evitar un desastre nuclear a nivel mundial.
Hablar de interpretaciones o diálogos complejos en esta película sería ridículo, los actores cumplen todos con su cometido que es la acción, al margen de eso, los hay mejores o peores y los hay más impresionantes y menos impresionantes. En el caso de Dwane Jonhson (La Roca), a mí me ha encantado, es un papel hecho para él, y Adrianne Palicki sorpresivamente me ha gustado, aunque no he podido evitar recordarla con las mayas de esa Wonder Woman fallida.
En definitiva, una película entretenida, palomitera como la que más, a la cual no hay que buscarle mayor trasfondo e incluso me permito añadir que sin sonido, la película la entendería todo el mundo igual ya que es un libro abierto sin necesidad de dialogo ninguno, 100% espectáculo y acción, efectos visuales y simplicidad argumental para pasar un par de horas de diversión sin mayor pretensión que la de pasar un muy buen rato. Extenderse más, es innecesario en esta ocasión.
Nota: 7,5