Crítica de Man of Steel

Después de una pequeña decepción con Ironman 3, llegué a afirmar que no iba a volver a disfrutar con una película de súper héroes al nivel con el que disfruté con Los Vengadores, esa sensación de salir del cine temblado, de haber visto un producto que escapa a la comprensión habitual y que te deja una regusto muy dulce durante mucho tiempo. Sin embargo, hoy, he vuelto a sentir esa sensación porque Man of Steel es una absoluta maravilla desde lo visual hasta lo argumental y a mí me ha dejado sin palabras.
Para empezar la película da comienzo de forma espléndida, no se me ocurre mejor forma para empezar a narrar la historia que esta, ese Kryptón absolutamente magistral, esa deliciosamente cuidada acción, esos planos inmensos donde se aprecia cada detalle del mundo de Superman, hace que te introduzcas desde el minuto 0 en la trama y que el resto de película ya te parezca sublime porque con un arranque tan potente, difícilmente se puede empeorar.
Efectivamente, conforme pasa el tiempo me voy convenciendo más y más de que la cinta me va a trasladar al colapso del placer, bien es verdad que en algunos momentos, casi me dio la sensación de que iba demasiado rápido y la percepción del tiempo entre secuencia y secuencia para que estás tengan sentido se me hizo un poquito confusa, evidentemente con las explicaciones posteriores y viendo los contextos de las siguientes secuencias, tiene que ser uno mismo el que deduzca que entre secuencia y secuencia trascurre un tiempo prudencial para que pueda tener sentido cada uno de los acontecimientos que suceden.
Destaca enormemente como una historia tan conocida por todos como es la de Superman, o Clark o Kal-El, puede volver a contarse de una manera tan rica y original, es muy difícil no caer en lo mismo de siempre y a la vez sorprender. Zack Snyder y Nolan consiguen este efecto a la par que nos ofrecen un clímax prácticamente a cada 20 minutos con escenas épicas, cargadas de acción, de suspense, de emoción y de sobresalientes efectos especiales, que no hacen más que meterte en el mundo que ambos cineastas han estructurado.
Todo ello se engrandece con unas majestuosas interpretaciones por parte del reparto, entre las que destacan sobremanera el sorprendente Zod, en la piel de Michael Shannon, que me ha dejado de piedra mostrando un villano de esos memorables que pasan a la historia; o el enorme Russel Crowe como Jor-El, que simplemente está sublime. El propio Henry Cavill es un superman en toda regla, con ese toque ingenuo del personaje a la vez que imponente, deja en muy mal lugar a Brandon Routh y en una posición delicada al propio Reeve, si bien es verdad que el argumento de esta cinta dista mucho del punto de vista que Richard Donner ofreció en los 70 de Superman y por tanto sería injusto juzgar dos productos y dos interpretaciones claramente diferenciadas por el contexto narrativo.
El resto de actores que completan el reparto están estupendos, cumplen con sus papeles, espectacular Faora, una dignísima Lois Lane, a cargo de Amy Adams, que recupera su toque aventurero y duro, un Jonathan Kent, interpretado por Kevin Cosner, más obsesionado que nunca con proteger a su hijo adoptivo y en general un acierto total en todas las interpretaciones. Lo que no llegue a ver con claridad son todos los supuestos guiños a otros personajes de DC que varios frikoncios aseguran haber pillado en la película, sinceramente yo solo he visto referencias a personajes del propio universo de Superman, muy sutiles, pero bueno, tal vez sea yo que no los vi.
De igual forma que el arranque de la película hace que mantengas la boca abierta de estupefacción, la parte final de la misma no se queda atrás y ofrece una amalgama de acción solo comparable con la que Joss Whedon ofreció en Los Vengadores, salvando por supuesto las diferencias, pero igual de apoteósica, espectacular, vibrante y asombrosa que los mamporros rubricados por Thor, Capitán América y compañía. También debo decir que en este caso, la acción de Los Vengadores, esa parte final, está ligeramente mejor rodada por la fluidez de los planos y la complejidad a la hora de mostrar en pantalla a varios personajes a la vez en situaciones diferentes sin que la cámara se resienta con movimientos violentos. Sin embargo, en Man of Steel, esa acción que recuerda enormemente a Los Vengadores, se ve ligeramente ensombrecida por un excesivo movimiento de cámara y apabullantes explosiones y destrucciones que, si bien quedan muy espectaculares, le restan calidad de rodaje. 
De todas maneras, esos pequeños matices que un servidor aprecia desde la parte más friki de su ser, se ocultan perfectamente detrás de la fórmula narrativa correcta que se emplea para contarnos toda la historia; y el hecho de que no tengas ni un minuto de descanso y que no puedas apartar la vista de la pantalla, hace que todo lo que pueda ser negativo desaparezca aunque esté ahí. Zack Snyder consigue además desmarcarse de sus últimos trabajos sin renunciar a la magia que hace este hombre en el terreno visual. Realizar una película creíble de Superman sería a mi juicio un pretencioso error y afortunadamente Man of Steel no cae en el mismo y ofrece una historia realista que no tiene por qué ser creíble, pero sí realista. En ese aspecto se distancia del Batman Begins con el que muchos críticos la comparan, pues el hombre murciélago cuenta con un argumento realista y creíble, lo cual le pega por las características del personaje y el enfoque de Nolan, pero para nada se adecua a un personaje como Superman, y es precisamente por eso por lo que no veo en absoluto al Batman de Nolan compartiendo aventuras con este Superman en una supuesta Liga de la justicia.
Precisamente los críticos son los que más caña le han dado a la película, me ha sorprendido ver la cantidad de críticas negativas que tiene Man of Steel, de hecho me sorprende más aún que en una sola semana que lleva en cartel en Estados Unidos, haya sido ya relegada al tercer puesto en la taquilla, cosa que por ejemplo con el mismo Ironman no sucedió, manteniéndose líder varias semanas consecutivas. 
Desconozco porque tantos ataques a la cinta de Snyder, tal vez se deba porque la crítica especializada como se hacen llamar, esperaba una película en la línea de Zack Snyder, es decir estrambótica de principio a fin, rara y con eternas secuencias a cámara lenta y desenlaces sangrientos, dramáticos e incluso Gore. Como decía antes, Snyder se desmarca de ese tipo de cintas y puede que por ello estos heraldos de la crítica ataquen a este producto que por ser pura acción y adrenalina, no les llega a llenar sus ansias de drama y de sufrimiento para el súper héroe, algo que sigo sin entender porque, les gusta tanto.
Volviendo a la película, poco me queda que añadir, es una cinta memorable, por fin Superman tiene un producto en la gran pantalla que le hace justicia y de seguir por la misma senda, las posibles próximas entregas desde luego pueden ser bestiales. Man of Steel es recomendable 100%, es una película que rebosa diversión, espectáculo y majestuosidad por todos y cada uno de sus frames. Enorme en todos los sentidos, defraudará a los que busquen un nudo y desenlace propio del denominado visionario director y encantará a los fans del superhéroe, bravo por Snyder y bravo por Nolan y compañía. 

Nota: 10/10

Crítica de Ironman 3

Es curioso, llevo una temporada que todas las películas que he ido a ver al cine me han gustado y mucho, no me esperaba que precisamente con la cinta que he ido a ver en esta ocasión me sucedería lo que me ha pasado. Sorprendentemente, y contra todo pronóstico, la esperada Ironman 3 ha resultado ser una enorme decepción en muchos sentidos, aunque se trate de una película correcta e inevitablemente entretenida, podría afirmar que de todas las cintas realizadas por Marvel, esta sería de las peor paradas, a la par con Thor, aunque ésta en su día me gustó más. 
El problema principal de Ironman 3 radica principalmente en el planteamiento del villano, “El Mandarín”, que en mi opinión es una burla mala del personaje original. Sin motivo aparente, han convertido a uno de los grandes villanos de Marvel en un inepto, un mindundi que recurre a chistes de mal gusto para intentar hacer gracia, yo personalmente no me he reído en ningún momento y por supuesto me ha parecido completamente desafortunado plasmar a este personaje de una manera tan ridícula y pueril. 
La cinta en general yo la concibo como un intento de fusionar la estructura narrativa de la saga Batman de Nolan con la tónica habitual llevada por Marvel en las entregas anteriores del personaje, una fusión que como resultado ha dado un producto confuso y que cambia radicalmente el enfoque original del personaje en el cine. Sucede con esta película que el director y también guionista Shane Black ha cogido la novela gráfica de Warren Ellis y Adi Granov “Extremis” y la ha reescrito o re interpretado a su antojo para, yo creo, intentar sorprender al espectador a la par que recupera a un villano clásico y lo introduce en ese contexto. El problema viene cuando la sorpresa es para mal, y sí, debo reconocer la valentía del citado director al apostar por tan arriesgada maniobra, que no deja indiferente a nadie, pero que tiene la consecuencia de que al Marvelita puro y duro no le va a gustar nada; y posiblemente aquí, en este punto, convenga decir que este hecho hará que la película te encante o que la odies. 
Evidentemente la película cumple el reto de escapar a la enorme y alargada sobre de Los Vengadores, y por otro lado despertar el interés de los fans por el personaje. Como cinta de acción, no puedo decir que sea mala y es que evidentemente es muy atractiva, no solo en lo visual sino en el entretenimiento. La verdad es que el metraje pasa rápidamente, no se hace pesada y en ciertos momentos la disfrutas porque hay muchas secuencias muy buenas y los efectos especiales han mejorado en relación a las primeras entregas, son muy buenos y el resultado visual no decepciona. 
Es un caso muy curioso esta película porque empieza fenomenal, presenta la trama de forma correcta enlazando con brillantez con la primera entrega y ofreciendo guiños a sus predecesoras; todo parece presagiar que por delante tenemos un par de horas absolutamente bestiales de entretenimiento puro y duro. Lamentablemente, conforme pasan los minutos, nos vamos encontrando con que la película va en descenso, y sigue cayendo en picado hasta volver a alzar el vuelo y elevarse en la recta final para después volver a caerse con todo el equipo. Lo mejor de la cinta es cuando Tony Stark viste la armadura, es decir, las apariciones de Ironman son lo que salva la película porque como he comentado antes, todas ellas son impresionantes y muy conseguidas. 
No me ha gustado nada el verdadero némesis, si bien es verdad que lo del extremis está conseguido y me ha resultado atractivo, el contexto en el que se ubica y el desarrollo de la misma no me convence precisamente por las circunstancias comentadas anteriormente y es que ¿desde cuándo hace falta inventarse un villano en los super héroes? 
Por otra parte, la visión de Tony Stark en la película sí que me ha gustado, en esta ocasión, después de los acontecimientos de Los Vengadores, vemos a un Tony consumido por los miedos y la ansiedad, un Tony que busca desesperadamente proteger lo que más le importa y temeroso de un nuevo ataque a escala global. Esta desesperación le lleva a involucrarse más que nunca en su trabajo y construir armaduras como churros para poder estar preparado, aunque al final de la película toda esta parafernalia sea en balde. 
Por su parte el papel que desempeña “Máquina de guerra”, alias Iron Patriot, alias James Rhodes, es terriblemente decepcionando y hasta ridículo en ocasiones, mismamente la secuencia del acción, tiene lógica emplear a un sujeto que vuela y que está cargado con cientos de armas para que viaje dentro del avión, en lugar de fuera volando protegiéndolo. Pero al margen de esta pequeña reflexión, más decepcionante que Ironman ha sido como digo, Iron Patriot, totalmente desaprovechado; fue mucho más útil y fiel a los comics en la segunda entrega porque dicho sea de paso, Iron Patriot en los comics no tiene nada que ver con James Rhodes. 
Luego tenemos el desenlace de Pepper Pots, que para mí ha sido lo más sorprendente de la cinta pero para mal, que enorme ida de olla. ¿Original?, sí, sin duda lo es; ¿Atrevido?, desde luego; ¿acertado?, yo creo que no. No voy a destriparlo obviamente, pero no me ha gustado nada. Y luego estarían los pequeños fallos que como suele pasar tampoco es que sean demasiado importantes pero sí se acrecentan a la hora de buscar ciertas explicaciones para según qué cosas, porque muchas quedan cojas. 
Para alivio de mis oídos, pues no me considero fan de AC/DC ni ese tipo de música, Ironman 3 prescinde de esa banda sonora e incorpora una más “típica” de este tipo de películas, obra de Brian Tyler, pero que tampoco es algo del otro mundo. Digamos que cumple, pero no llega a la epicidad que merece un super héroe como este. Y como siempre Stan Lee hace acto de presencia en la línea que siempre muestra en la saga, con una simpática secuencia. 
Ya es habitual que al finalizar una película de Marvel, esta oculte una escena secreta tras los créditos, aquí también se da el caso pero lamentablemente es igual de decepcionante que toda la película, no aporta nada salvo un simpático chascarrillo, pero nada que aporte luz sobre el futuro del universo Marvel en el cine. Aparte, cuesta mucho digerirla cuando te comes unos interminables títulos de crédito. 
No me resta mucho más que añadir, para poder desmenuzar en profundidad la cinta y dejar claros todos los puntos por los que me ha defraudado la cinta, tendría que meterme ya con spoilers, y sinceramente no me gusta hacerlo. De tal forma que mi impresión total sobre la cinta se resume en pocas palabras. Película deshilvanada, inevitablemente entretenida, pero sobre la cual pesa mucho la potencia y la sombra de Los Vengadores, y cuyas licencias libres que adopta no enriquecen al personaje; todo ello hace que la película decepcione en rasgos generales aunque habrá quien la considere una obra maestra por la valentía del director a la hora de versionar extremis y ofrecer tan singular destino al Mandarín. 
Inferior a las dos entregas anteriores, cumple su objetivo vagamente y no dejará a nadie, pero a nadie, indiferente. La sorpresa está garantiza, otra cosa es que te guste.

Nota: 6.5
 

Crítica de Oblivion

En un año en el que Hollywood apuesta muy fuerte por el género de la ciencia ficción, Oblivion es quizás uno de los buques insignia de esos proyectos cinematográficos que veremos este año 2013, que vuelvo a repetir, viene marcado por muchas e interesantes propuestas de ciencia ficción. La que nos ocupa en este momento es Oblivion, y verdaderamente tengo que decir que la película a mí me ha encantado, me parece una gran película de ciencia ficción, un título imprescindible para los amantes de este género digna de convertirse dentro de algún tiempo, en uno de esos títulos de culto dentro del género. 
En esta película, la trama gira como viene siendo habitual en un futuro post apocalíptico, nos ubica en el año 2073; hace 60 años el planeta fue atacado por una raza extraterrestre y a humanidad, pese a salir victoriosa de ese enfrentamiento, tuvo que verse obligada a emigrar tras quedar todo el globo contaminado de radiaccion. El protagonista es Jack Harper (Tom Cruise), un antiguo marine, y uno de los pocos habitantes que siguen en la Tierra con la misión de vigilar y asegurar el correcto funcionamiento de unos drones que tienen a su vez el objetivo de controlar una operación masiva para extraer los recursos del planeta. La llegada de una joven misteriosa, que Jack recuerda por algún motivo en sus sueños, desencadenará una serie de acontecimientos que lo obligan a cuestionar sus convicciones y le descubrirán una aterradora verdad. 
La película es pura ciencia ficción, y como ya comenté anteriormente, es una gran cinta. Con ella viví de nuevo la sensación de placer y asombro que ya sentí cuando ví MatrixDesafío total, ese tipo de experiencia cinematográfica que te sorprende. La película comienza de una manera, presentando una historia y una trama que poco a poco va adquiriendo bastante complejidad. Después, toda esa amalgama de recursos van adoptando unos inesperados y sorprendentes giros de guión y evolucionan la historia de una forma que sorprende y que no te puedes esperar, un cambio radical en la sucesión de acontecimientos de la película que hace que el espectador disfrute muchísimo. 
Al margen de esto, la compleja trama se hace cada vez más interesante cuantos más interrogantes plantea, llega un momento en la cinta que tienes un montón de frentes abiertos y eres incapaz de imaginar como van a solucionarlos y como van a explicarnos las cosas. Sorprendentemente, de repente, y gracias a ese giro de guión, todo adquiere sentido y se va explicando correctamente de una forma elegante, sencilla pero compleja, de forma que el espectador tenga que pensar, pero tampoco que se tenga que romper la cabeza. Es decir, no te lo dan mascado, pero te facilita la digestión. Dos horas de metraje que se pasan volando, dos horas de metraje absolutamente espectacular en lo visual, con unos logrados efectos especiales y una espectacularidad asombrosa, siempre necesaria en este tipo de cintas. 
La película está basada en una novela gráfica de Joseph Kosinski (el artífice de Tron: Legacy) que también se encarga de la dirección y Arvid Nelson. Brillante fotografía para introducirte en esa atmósfera de destrucción y en la lejanía del ser humano con la madre naturaleza y una magnífica banda sonora a cargo de Anthony Gonzalez, con su grupo musical M83, una autentica joya musical que te introduce totalmente en ese mundo intrigante. Tom Cruise, como siempre, cumple de forma eficaz con un papel que le queda bien. El reparto en general, es estupendo, aunque realmente buena parte de la cinta está protagonizada al completo por él. En el reparto como digo están Morgan Freeeman, Olga Kurilenko o Andrea Riseborough; y todos desarrollan su papel con corrección y eficacia. 
Siempre digo que es muy complicado hacer una buena película de ciencia ficción, hay que saber trazar muy bien todas las tramas y cerrar cada una de ellas. De igual forma, tienes que dotar a un mundo fantástico, de realismo creíble y a su vez que todo se acompañe de un buen espectáculo visual y unos dignos efectos especiales. En este caso se cumple todo pero además de eso, sorprende, porque como ya sucediera con títulos como Desafio total o Matrix, esta cinta ofrece te llena y sales del cine con la sensación de haber visto un producto espectacular. 
He leído por ahí varias críticas que dicen que resulta repetitiva, que cae en los estereotipos de siempre, que utiliza recursos ya gastados y vistos en muchas películas similares…. Bueno realmente a todos estos señores les diría que, además de estar en total desacuerdo, este tipo de historias son lo que son y tenemos que disfrutarlas. Siempre que estén bien hechas, las películas que nos muestren un mundo post apocalíptico y recurran a la ciencia ficción para hacernos disfrutar, pueden utilizar lo que sea y aportar algo al nutrido universo de ciencia ficción. Las similitudes con ciertos clichés del género, yo prefiero tomarlo como sutiles homenajes, por citar algo, las claras tendencias Star Wars en alguna de las persecuciones y las evidentes semejanzas del papel de Freeman con el clásico personaje “Morfeo” que relata la realidad al “elegido” para que les ayude. 
Puedo aceptar que la película comienza presentando un hilo conductor muy original que en la segunda parte del film cae en argumentos más quemados y puede ser que los más puritanos en la materia hayan visto esto como algo negativo. En mi caso lo he visto acertado, me ha sorprendido porque no me lo esperaba, y sí puede ser que el final de la película tenga algunos matices predecibles, pero en su conjunto, la cinta es una de esas películas que merece la pena visionar y guardar en la lista de grandes películas de ciencia ficción. Démosle tiempo, no se cuánto, pero estoy seguro que a no mucho más tardar, esta película se hará un hueco en el ranking de mejores títulos de este género. 
Y añado, con todo, esta es una película bastante “friki”, tiene aspectos que inevitablemente la conducirán a esa selección de filmes con fuerte presencia de público friki sobre todo por la conclusión, así que ojito con ella porque tiene muchas cosas interesantes y como todas, lo reconozco, cae en ciertos estereotipos; pero como ya he dicho antes, en esta ocasión, los mismos están perfectamente justificados y enriquecen una trama que no deja indiferente a nadie. 

Nota: 8,5

Crítica de Gi Joe, La venganza.

Me he pegado una semana santa cinéfila, no puedo negarlo, he visto dos cintas y las dos me han gustado, de forma que no puedo quejarme. La que nos ocupa en cuestión es la segunda entrega de Gi Joe, que añade el subtítulo “La venganza”, muy bien añadido además. 
Tal y como sucedió en la primera entrega, esta cinta es espectáculo puro y duro, entonces ya disfruté, pero en esta ocasión toda la diversión de aquella película se encuentra multiplicada por 2 o incluso por 3. Desde el primer minuto de metraje, cada secuencia es acción pura, no hay ni un minuto de relax y el que diga que se aburre viéndola, miente como un bellaco. 
No esperéis que realice un análisis muy profundo sobre la historia o el argumento, en esta película brilla por su ausencia cualquier complejidad argumental, pero en absoluto desmerece el producto final, al contrario, a veces se hace necesario ver una película de estas para olvidarse de muchas cosas y evadirse en una amalgama de secuencias de acción plagadas de graciosos comentarios, muy bien traídos, y no exentas de tópicos y estereotipos que, por otra parte, tampoco molestan. 
Es una película tremendamente friki, entiéndase friki en el contexto divertido de la palabra, es una cinta llena de escenas que en mi opinión, además de visuales y espectaculares, son homenajes al cine de acción y espionaje de siempre. Como fan de James Bond que soy, en esta película, al igual que me sucedió en la primera entrega, he visto muchos componentes propios de la saga del agente secreto pero magnificados al extremo, y claro está, hablo de la saga Bond en la que fue su época dorada con Sean Connery o Roger Moore. Es más, si en estas últimas entregas de James Bond recuperasen ese espíritu y parte de la “magia friki” de esta película, volverían a brillar como antaño. 
Nuevamente tenemos un nutrido grupo de villanos estrambóticos, a cada cual más singular que el anterior, y todos los gadchets que se presentan como los pequeños insectos voladores explosivos están a la altura de aquellos atunes espías de la primera entrega, vamos que en ese aspecto se mantiene en la línea de su antecesora. 
En esta película el equipo de los Gi Joe debe limpiar su honor y además vengar a la mayoría de sus miembros que, presos de una trampa y una compleja trama conspiranoide, han sido brutalmente asesinados. Para ello, los pocos supervivientes del equipo piden ayuda al único hombre en el que pueden confiar, aquel por el cual se llaman Gi Joe, que les ayudará a trazar el plan de venganza y a evitar un desastre nuclear a nivel mundial. 
Hablar de interpretaciones o diálogos complejos en esta película sería ridículo, los actores cumplen todos con su cometido que es la acción, al margen de eso, los hay mejores o peores y los hay más impresionantes y menos impresionantes. En el caso de Dwane Jonhson (La Roca), a mí me ha encantado, es un papel hecho para él, y Adrianne Palicki sorpresivamente me ha gustado, aunque no he podido evitar recordarla con las mayas de esa Wonder Woman fallida. 
En definitiva, una película entretenida, palomitera como la que más, a la cual no hay que buscarle mayor trasfondo e incluso me permito añadir que sin sonido, la película la entendería todo el mundo igual ya que es un libro abierto sin necesidad de dialogo ninguno, 100% espectáculo y acción, efectos visuales y simplicidad argumental para pasar un par de horas de diversión sin mayor pretensión que la de pasar un muy buen rato. Extenderse más, es innecesario en esta ocasión.

Nota: 7,5

Crítica de La huésped (The Host)

Una buena forma de pasar el Jueves Santo es en el cine, y más aún cuando la oferta de películas es variada. En mi caso, la elección fue La huésped (The Host), película que adapta a la gran pantalla la obra homónima de Stephenie Meyer, autora también de otras sagas literarias como Crepúsculo. Yo personalmente no me declaro seguidor de dicha saga precisamente, porque se centra en temas que no me resultan atractivos pese a cimentar el argumento en una trama en una propuesta interesante, aunque ya quemada. 
Pero el caso de esta obra es completamente diferente, aun sin haber leído el libro, no me cabe duda de la superioridad de esta historia frente a la narrada en Crepúsculo, que tal vez estuviese dirigida a un público más específico mientras que está pretende a mi juicio acercarse también a un público más adulto y exigente. Por lo que he leído, no son pocos los fans de la autora que consideran La huésped muy superior a Crepúsculo, y en el lenguaje cinematográfico nadie mejor para llevar a cabo tan singular historia como el señor Andrew Niccol, quien una vez más me sorprendió gratamente. 
Yo no tenía puestas demasiadas esperanzas en esta adaptación hasta que supe que Niccol estaba detrás del proyecto, este director y guionista es altamente reputado por sus historias distópicas y por engendrar mundos increíbles, todo un artífice de ciencia ficción que deja tras de sí títulos como El show de Truman, Gattaca, El señor de la guerra, S1m0ne o la menos afortunada In Time, donde el director no mostró todo su buen hacer en este tipo de historias; su talento entonces no quedó tan marcado como por ejemplo en Gattaca, pero tal vez se debió a una apuesta segura ya que In Time costó apenas 40 millones de dólares y recaudo 170. 
Sea como sea, nuevamente Andrew Niccol desarrolla toda una historia de ciencia ficción, con unos seres extraterrestres muy singulares que se han hecho prácticamente con el planeta Tierra. Ellos, son una raza más o menos parásita, y para sobrevivir necesitan introducirse en los cuerpos humanos. Hecho esto, ellos se encargan de borrar la consciencia de las personas y utilizar sus pensamientos y recuerdos para poder a su vez “mejorar”, según su punto de vista, nuestra forma de vida en el planeta. Pero no todos los humanos se dejan dominar, así sucede con la protagonista de la historia, que se niega a ceder su cuerpo a la huésped que ha decidido afincarse en él. 
Partiendo de esta base, se desarrolla una compleja trama en la que se juega principalmente con la problemática de tener en un mismo cuerpo dos personalidades distintas y que ambas dos estén enamoradas de distintos muchachos, una situación singular que no deja de resultarme original. No esperéis una película de acción y ciencia ficción al uso, más bien se trata de un thriller en el que ni todos los humanos son tan buenos ni todos los invasores tan malos.
En la cinta tenemos todos los ingredientes propios de un mundo de ciencia ficción, tenemos a los extraterrestres que nos han invadido y prácticamente se han apoderado de todo el planeta, tenemos el clásico grupo de resistencia de humanos, tecnología avanzada que ha generado un futuro utópico regido por las normas de unos seres más bien simples en su personalidad, etc… y todo ello conducido por el señor Niccol, que deja su sello inconfundible en cada acto de la película. 
Quizás se nota demasiado que la productora no ha invertido demasiado dinero en la cinta, yo creo que un 80 por ciento de la película se rueda en interiores, concretamente en una cueva escueta que si bien resulta eficaz para albergar la historia, no deja de ser un interior bastante “barato”. Pero como ya he mencionado anteriormente, lo que de verdad hace que la película funcione es que Niccol muestra claramente una negativa a que la parte romántica absorba al resto, dosificando con corrección la presencia de la misma hasta el clímax de la película donde coge mayor peso lógicamente. 
Introduciendo dosis de suspense, con situaciones aventurescas de los protagonistas, la cinta no llega a aburrir en ningún momento; quizás a mi juicio la película despega definitivamente cuando dos de los personajes humanos deciden no ser capturados por los extraterrestres y no terminan precisamente jugando al mus, es una escena impactante la cual se produce en un momento crucial de la relación entre nuestra protagonista y el resto de personajes de la resistencia humana. 
Eso sí, tal vez esto sea una firma personal de Niccol, la película se me pasa volando porque no llega a profundizar demasiado en ninguna secuencia, haciendo que la línea temporal sea confusa, y teniendo que imaginar que la acción de la trama se sucede durante meses para dar explicación al grado de simpatía, más bien empatía y confianza, que desarrolla la protagonista con el resto de personajes, una situación que en el contexto que enmarca la película, no se consigue en un día ni en una semana. 
Como la historia se cuenta en primera persona, Niccol recurre a la voz en off para poder interactuar entre la anfitriona Melanie Stryder y la huésped Wanderer; un recurso eficaz pero que llega a hacerse extraño, cuanto menos curioso. La actriz que interpreta a la protagonista es Saoirse Ronan, a la que vimos en cintas como Hanna; por su parte Diane Kruger interpreta a la antagonista, la buscadora, y los chicos que traen de cabeza a la señorita son los actores Max Irons y Jake Abel. Los secundarios de lujo brillan con luz propia como William Hurt o Frances Fisher
En cuanto a la banda sonora, aspecto que como saben los seguidores de este blog, siempre considero de vital importancia, corre a cargo en la parte instrumental del compositor brasileño Antonio Pinto, y se completa con una serie de colaboradores como el grupo estadounidense Imagine Dragons o el compositor Hudson Taylor. Cumple perfectamente con cada situación en la película y me ha parecido correcta sin más, eficaz y adecuada. 
No hay mucho más que decir de esta película, a grandes rasgos se trata de un thriller que se desarrolla en mi opinión de forma rápida y sin profundizar demasiado en temas que a lo mejor podían tener su miga, cinta que no aburre porque plantea una historia original con una estructura narrativa muy alejada de Crepúsculo o Hermosas criaturas, lo cual se deba posiblemente a Andrew niccol. En definitiva, una película entretenida, con mucho más por exprimir y que deja la misma sensación que el resto de cintas del director, la sensación de no quedar saciado. 

Nota: 7

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