Eran muchas las ganas que tenía de ver esta película y altas las
expectativas que había puesto en ella. Pues bien, no me equivoqué al
confiar en que John Fabreu mantendría la calidad de la primera entrega
de este superhéroe en su segundo asalto a la gran pantalla.
La cinta cuenta lo que sucede inmediatamente después de la secuencia
final de la primera parte en la que Stark reconoce ser Ironman y
trascurre exactamente 6 meses después. El argumento trata sobre como el
gobierno de los Estados Unidos presiona a Stark para que este ceda la
armadura de Ironman al ejército y así crear nuevas armas destructivas.
Por otro lado, el propio Tony tiene que hacer frente a una desastrosa
realidad que le consume poco a poco y termina convirtiéndolo en un
alcohólico. Además, aparece un nuevo enemigo que solo piensa en vengarse
del multimillonario empresario, a causa de un enfrentamiento entre
los padres de ambos. Afortunadamente, esta vez Tony no estará solo, le
acompañará su amigo el coronel James Rhodes “Rhody”, como el poderoso Máquina de guerra; y varios miembros de SHIELD, como La viuda negra o el propio Nick Furia.
Como decía anteriormente, la película es una digna continuación y
mantiene como estrella al actor Robert Downey Jr que parece nacido para
interpretar a Tony Stark. El personaje mantiene su característica
chulería pero en el buen sentido, enseguida cae bien y consigue que el
espectador empatice muchísimo con él. El resto de intérpretes cumplen
con su papel teniendo mayor importancia Pepper Pots o Nick Furia, pero
de esto os hablo un poco más adelante.
El desarrollo de la historia es muy atractivo y adictivo desde el
primer momento, no decae en absoluto y combina a la perfección la
acción, el humor, el suspense y la lógica, lo cual se agradece en una
película donde se augura una amplia presencia de robots y tecnología
futurista. En este aspecto la película, como ya sucedió en la primera
parte, mantiene los pies en el suelo y no se aparta de la realidad
haciendo creer que todo lo que se nos muestra en pantalla existe o, en
su caso, existirá.
El guión quizás no es tan denso como en la anterior, en ese aspecto
quizás flojee leventente con respecto a su antecesora, sin embargo
debo decir que también es normal, la película narra muchos
acontecimientos y presenta muchos nuevos personajes que cubren
perfectamente esa posible carencia argumental, pero para nada quiero
decir con esta reflexión que el guión sea malo. Tiene menos humor y en
algún momento, o mejor dicho, en alguna escena, se echa en falta un
poco más de profundidad en el libreto, pero sin lugar a dudas, se
trata de una cinta imprescindible, a la altura de la nueva saga de
Batman que el señor Christopher Nolan nos ha presentado.
Algunos colegas del mundillo crítico opinan que a la película le
sobra metraje, yo en eso discrepo, incluso me atrevería a decir que le
falta metraje y no solo lo digo porque en la sala yo estuviese
deseando que la cinta no acabase, sino que en el trailer se ve alguna
secuencia que no se emitió en la película, al menos yo no la he visto,
y que podría ayudar un poco en la trama de amor entre Tony Stark y su
fiel Pepper Pots. Me estoy refiriendo a la secuencia desarrollada en
un avión donde viajan ambos, en la cual el hombre de hierro le pide a
Pepper un beso de buena suerte y esta besa el casco, arrojándolo
posteriormente al vacío y lanzándose Tony a continuación, seguramente
se trata de una de las primeras escenas, cuando él entra volando en la
gala de apertura de la feria Stark.
Tampoco recuerdo haber visto la escena en la que Natasha Romanoff,
alias viuda negra, dispara con el brazalete de ironman puesto. Pero
bueno, supongo que son cosas que pasan, siempre sucede alguno de estos
cortes que podremos disfrutar, sin ninguna duda, en la versión DVD.
No puedo dejar de mencionar una magistral secuencia que sí aparece en
la película, y que no voy a destripar, pero si a mencionar brevemente
porque me hizo soltar una buena sonrisa. Seguro que los que vieron la
cinta, con oír solo las palabras que voy a decir, saben a que escena
me refiero, el resto lo sabréis cuando veáis la película, y son estas:
“voy a destruir su bunquer, usaré la ex – novia”
En la cinta no se dejan de ver guiños a los personajes de la Marvel y
pistas sobre el futuro cinematográfico de ellos como es el escudo del
Capitán América, que sale claramente en un gag muy divertido y que ya
apareció muy brevemente en la primera película, a espaldas de Tony,
cuando este se quitaba la armadura. También es de agradecer que se
mantuviera el nombre SHIELD, en lugar de ESCUDO, como se decía en la
primera parte, creo que esto lo agradecemos mucho los fans. Tampoco esta
cinta se libra de la aparición estelar del gran Stan Lee, no es una de sus más geniales puestas en escena, como en la película de “El increíble Hulk”,
pero sin duda magistral. En esta ocasión lo podemos ver casi al
principio de la película interpretando a un conocido periodista de la
CNN.
La acción es parte principal en la película y sencillamente
espléndida. Las escenas están rodadas de forma espectacular, con unos
efectos especiales absolutamente magníficos, hasta el punto de superar
ampliamente lo visto en cualquier otra película de estas
características. La primera aparición del villano “Wishplash”,
en la carrera de coches, me parece genial, pero sin duda alguna, la
joya de la corona se la lleva la secuencia donde Ironman y Máquina de
guerra luchan juntos contra más de 20 droides y contra el enemigo
final. Esa secuencia me parece absolutamente magistral, sorprendente,
adictiva, impresionante y lo más difícil de todo, totalmente creíble.
Nos encontramos con una cámara fija, nada de movimientos locos que
impidan ver al espectador el desarrollo del combate y unos movimientos
realistas y fluidos acompañados de unos efectos especiales que, como
he dicho anteriormente, consiguieron separar mi mandíbula superior de
la inferior, dejándome cual tonto perplejo ante la pantalla. La mejor
escena de la película es esta, no lo dudéis. No se quedan atrás las
escenas de vuelo, son de lo mejorcito que he visto y creedme,
sorprenderme a mí con efectos especiales es complicado, de manera que
esta película ha conseguido algo realmente difícil, hacerme creer que
aún quedan escenas impactantes en el cine de acción sin recurrir al 3D.
Al principio de esta crítica hablé brevemente de la interpretación de Robert Downey Jr
y de los personajes, me gustaría profundizar más en este aspecto. No
hay la menor duda que este actor es Tony Stark, una interpretación
sublime que le va como anillo al dedo y con la que parece sentirse
cómodo, es la estrella absoluta de la película.
No puedo decir lo mismo de Gwyneth Paltrow, actriz
que cumple con su papel pero que no acabo de encontrarle una verdadera
química con Robert. Bajo mi punto de vista no se aprovecha nada a la
actriz que, cumpliendo con su rol como Pepper Pots, podría dar mucho
más y ser mejor, no me convenció en la primera y tampoco en la
segunda, aunque no la culpo ya que Robert eclipsa a todo el reparto. A
esta rubia la hemos visto en títulos como “Shakespeare in Love”, “Amor ciego” o “El talento de Mr Ripley”.
Es posible que el único actor que haya llegado a la maestría de Robert Downey Jr en esta cinta sea Mickey Rourke, que conserva el carisma de los 80 e interpreta de forma sensacional al villano “Wishplash”.
Cada aparición de los personajes de Tony Stark o Ivan Danko, que así
se llama en la realidad el villano, derrochaban talento interpretativo
y se apoderaban de la pantalla. Bien por el regreso a los cines del
señor Rourke. Que voy a decir de este fenómeno de la pantalla que nos
dejo títulos como “Nueve semanas y media”, “Legítima defensa”, “Fuego en el cuerpo” o “La ley de la calle”.
En cuanto a Don Cheadle, sustituto del creído Terrence Howard,
en el papel de James Rhodes alias “máquina de guerra”, decir que
cumple con su cometido sin destacar demasiado. Personalmente creo que
este actor pega más con el personaje, tiene veterania y aspecto de
coronel. Su mayor aporte a la película es ser el compañero de armas de
Ironman y creo que lo ha hecho bien. A este actor lo vimos en la saga
de “Ocean´s eleven” u “Hotel Rwanda”.
Por su parte, el siempre magistral Samuel L.Jackson,
el actor conocido como aquel que se apunta a un bombardeo, luce su
rostro para interpretar a uno de los estandartes de Marvel y creador de
Los Vengadores, el gran Nick Furia. No interviene demasiado en los 126
minutos de metraje, pero lo que aparece merece la pena y es genial
para todos los que somos aficionados al universo de superhéroes.
L.Jackson ha sido participe de infinidad de títulos pero por recordar
alguno podríamos mencionar “El príncipe de Zamunda”, “Jurassic
Park”, “Pulp Fiction”, “Jungla de cristal la venganza”, la saga “Star
Wars”, “deep blue sea”, “el protegido”, “Kill Hill vol.2”, “SWAT”,
“Jumper” e infinidad de películas más.
Finalmente hay que comentar a Scarlett Johanson que
sencillamente se limita a interpretar a una voluptuosa agente de
SHIELD y a lucir palmito en la pantalla ya que su personaje no aporta
demasiado a la cinta y tampoco resulta excesivamente llamativo,
digamos que cumple su función y alegra la vista a los que, como yo,
pensamos que Gwyneth Paltrow no desata muchos deseos. El resto de
actores cumplen los cometidos correspondientes.
Volviendo a la película en general, solo me queda decir que se trata
de una cinta fabulosa, recomendable al 100% y que sigue dejando de
manifiesto la superioridad argumental y adaptabilidad de Marvel en su
rol como productora de sus propias películas. Aprendan señores
directores y sigan el ejemplo de John Fabreu o Christopher Nolan, que
nos están demostrando que una película de superhéroes puede ser una
excelente cinta digna del mejor festival y para todo tipo de público, no
solo fans.
Nota: 9,5