Crítica / Comentario de BeeKeeper, el protector

Hay pocas sensaciones tan agradables como la de salir del cine satisfecho con lo que has visto en la gran pantalla. Cuando sucede esto es como si se abriesen las puertas del cielo, y no es tarea fácil, sobre todo en algunos géneros porque, al final, el cine tiene sus géneros: terror, romance, comedia, acción, ciencia ficción, drama, thriller… y luego es cuestión de la dirección y de la interpretación el saber combinarlos, o no, para ofrecer un producto que mole. Bueno, pues dentro del género de acción hay ciertos niveles, pero para simplificar señalaré dos, el conocido como “cine de acción rollo los 80/90” y “el resto de cine de acción”; bueno, pues en el caso de BeeKeeper, el protector se recupera a la perfección el primero y añade elementos del segundo para hacer un peliculón de esos que seguramente no destacarán entre los estrenos mas pomposos, pero sí lo hará en el campo del entretenimiento.

Es sencillamente una delicia para los que amamos el cine de acción, es volver a ese típico momento en que decías “voy a ver una chuachue”, “voy a ver una de Stallone”… pues ahora es “voy a ver una del Statham” y a gozar. La premisa de esta nueva cinta de acción es, a priori, un clásico del género y del actor, hostias por todos lados, secuencias de infarto, un humor acido y negro como solo el señor Statham sabe hacer y nada de agendas ni ñoñerías, aquí el alfa es el alfa y arrasa con lo que haga falta para proteger al inocente.

Sin duda de toda la filmografía de Jason Statham, esta es para mí sino la mejor, una de las mejoras cintas del actor, una película donde obviamente le vemos en todo su esplendor y en la dinámica habitual de tipo indestructible, pero consiguiendo darle un toque diferente, y esto es muy jodido de conseguir en argumentos tan manidos como el de las organizaciones secretas y demás. 

La película no tiene descanso, es una somanta de hostias continuas, formato Jonh Wick a full, entre secuencia y secuencia de acción se intercalan los personajes secundarios que tiran de la historia para darle sentido, de forma acertada además porque no sobran, y cuando crees haberte recuperado de la secuencia de acción anterior y estas metido en otra más brutal y de mayor potencia. Es delicioso este tipo de cine.

Habrá quien ponga encima de la mesa el argumentario de que estas películas palomiteras no son cine y que las interpretaciones son odiosas y que las tramas son simplonas… puede que haya quien opine así, pero su vida debe ser muy aburrida porque el séptimo arte es entretenimiento y este tipo de cintas, joder, se agradecen mucho entre tanta agenda 2030, tanto “woke”, tanto buenismo… Además, que cojones, que las interpretaciones están guais, de hecho los villanos cobardicas que salen por ahí y que se creen la hostia pero se cagan cuando se enfrentan a Statham mola, porque encima las coreografías son tan brutales que sientas el dolor de las hostias.

Y es que desde el primer minuto la cinta va a saco, te introduce dentro utilizando el recurso de la injusticia, clásicas cintas de los 80 donde el inocente sufre de forma cruel y el protector de turno se venga; en este caso la acción nos sitúa en la realidad tecnológica en que vivimos y nos toca el corazón ante un tema tan jodido como las estafas a la gente mayor. Claro, con esas mimbres y con Statham como justiciero castigador, buenos cestos se pueden hacer.

Película muy entretenida, con muchísima acción, con una historia sencilla que funciona perfectamente, con sus sacadas de polla brutales, momentos de epicidad de los que te hacen soltar una carcajada o saltar del asiento al ritmo de puñetazos y patadas. No tengo nada malo que decir de este filme. Podemos hablar claro de interpretaciones, de profundidad en el guion, de las fantasmadas, de lo que queráis, pero aquí todo está en equilibrio, todo está perfectamente engranado para que salgas de cine comuna sonrisa en la cara y con la esperanza de que existan tipos así en la realidad ante la cantidad de mierda que nos hacen pasar nuestros ilustres líderes mundiales.

Y antes de acabar, lo voy a decir, pese a lo que pueda provocar una afirmación así, pero ver darse de hostias un tío con una tía, en igualdad de verdad, eso solo ya merece la pena en el metraje. La secuencia en la gasolinera es indescriptible, pero bueno, como esa hay tantas secuencias que es difícil quedarse con alguna. Puro entretenimiento. Bravo David Ayer, bravo Jason Statham.

Nota: 9.5 / 10