Battleship

Una semana más he ido al cine, y sospecho que en las semanas venideras prácticamente tendré sesión de continuo, en esta ocasión la cinta elegida fue “Battleship, juegos de guerra”, una de esas películas vapuleadas por la crítica por el mero hecho de cumplir su objetivo, el de divertir. Yo, que siempre me he declarado defensor de este tipo de cine, mientras esté bien hecho y con unos efectos especiales acordes, reafirmo esta postura con esta cinta que ciertamente cumple lo que promete y es que no deja de estar basada, nos parezca ridículo o no, en el popular juego “Hundir la flota”.
Me parece una película buena en su género, y su género es simple y llanamente espectáculo, acción, ciencia ficción y entretenimiento 100 por cien, cosa que al parecer por algunas críticas que he leído, ya tiene que ser indicativo de baja calidad. Pues en este caso no es así, la película es una gran cinta de acción, no decae en ningún momento del metraje y todo aquel que la vea y diga que se aburrió es mentira, miente como un cosaco o no le gusta el género y siendo este el motivo obviamente no le iba a gustar ni aunque el guión estuviera escrito en tinta de oro.
La trama del film se centra como ya dije antes en la batalla que disputan los humanos contra los extraterrestres, un conflicto que, como sucede en este tipo de producciones, puede provocar el fin de la humanidad. Lo que pasa es que desde esta película se aborda el tema de una forma diferente, la lucha tiene lugar en el agua, por un lado la armada de los Estados Unidos y varios países más contra la armada extraterrestre que, deduzco, en su planeta de similares condiciones a la Tierra según cuentan en el film, está más que perfectamente adaptada al ataque acuático. Partiendo de esta base, la cinta desarrolla la trama de la forma habitual en el género, los invasores son mucho más poderosos y avanzados tecnológicamente pero tienen su punto débil, hay un tira y afloja constante por ambas partes y siempre de una manera espectacular se enzarzan en batallas épicas, creo que aunque no se vea la película con que le echemos un vistazo al tráiler ya se puede saber sin dudarlo que es lo que nos encontraremos.
A mí me ha llamado poderosamente la atención como se cimentan las bases argumentales que dan inicio a la guerra entre mundos, resulta que en esta ocasión no nos vienen a invadir porque conozcan nuestra situación en el Universo o porque sean claramente una raza exterminadora; llegan a la Tierra por otros motivos y por unas circunstancias que, sin llegar a ser el culmen de la originalidad, al menos si logra huir ligeramente del tópico. Al margen de este razonamiento, vuelvo a insistir en que la idea de la que surge este film viene por el juego de mesa Hundir la flota y evidentemente la historia que se saca de ahí, no da para mucho y hay que ingeniarse un guión que, aunque a algunos les pueda parecer flojo, tiene buenos diálogos para una cinta de estas características.
Hay muchos guiños en la película a ese famoso juego del cual surge el filme, tanto en los diseños de los barcos como en un momento puntual del metraje en el cual introducen de manera muy acertada la dinámica del juego de mesa. En cuanto al diseño de los extraterrestres, a mí me ha parecido muy correcto y más creíble, esa forma humanoide y cierta similitud con los humanos, hacen más fuerte el argumento que se esgrime desde el inicio de la película sobre que su planeta es muy similar al nuestro.
También destaco algo que ya me gustó en “Invasión a la Tierra” y que se repite de nuevo aquí, los invasores actúan como lo que son, soldados, con sus estrategias de guerra y con cierto honor a la hora de escoger sus víctimas y luchar en igualdad de condiciones. Eso sí, me da la sensación que Peter Berg, director de Battleship, es fan de la saga de videojuegos Halo, al menos los diseños de las armaduras o trajes que visten los soldados invasores así lo hacen ver.
He visto por ahí muchos comentarios despectivos comparando esta película con Transformers, otra saga que me encanta y que a mi juicio esta injustamente masacrada por la crítica, pero es que amigos míos, hablamos de otro producto de Hasbro y de una mecánica cinematográfica similar, así que aprendamos todos de una vez que este tipo de películas están hechas para cumplir una misión, que son puro espectáculo y que lo que hay que juzgar verdaderamente es como se narre, de qué forma trascurra la acción y sobre todo que el espectador no se entere del paso del tiempo, las tres cosas las cumple esta cinta.
Retornando al tema de los efectos especiales, son sencillamente espectaculares, y esas naves espaciales que no dejan de ser barcos, imagino que en su planeta sea así también, parecen reales y eso en estos films se valora mucho. Destaco sobremanera también el curioso reparto, me sorprendió el elenco de rostros más o menos desconocidos o poco habituales en el género como es el caso del protagonista Taylor Kitsch, un actor que cumple con el papel que desempeña pero que quizás no tiene el empuje o el carisma de otros actores más acostumbrados al tema, no hay que olvidar que este señor de reciente descubrimiento en el cine, es el John Carter de Disney y también el mutante Gambito en la horrorosa “Lobezno: orígenes” .
Quién más expectación despierta es sin duda la cantante Rihanna, que debuta como actriz en esta cinta y que sorprende gratamente pese a que no me deja de resultar curioso el hecho de que ella sea la única mujer que hay en toda esa amplísima armada, no deja de resultar muy llamativo, pero bueno, el ejército de EEUU tiene sus cosas y todos las conocemos, de todas maneras el trabaja de la artista está a la altura de la veterana en el género, Michelle Rodríguez a la que curiosamente eché en falta ¿será que ya no concibo una película de militares, guerras o acción sin ella?
El resto de reparto lo completan Brooklyn Decker , que también podría decirse que se estrena como actriz pese a aparecer en alguna serie televisiva, y que no deja de ser otra modelo más de esas que cuelan en estas películas con el objeto de atraer a un público masculino, es la Megan Fox que Battleship, pero cumple con el papel que desempeña perfectamente; Alexander Skarsgård, actor, director y guionista sueco, que interpreta al Capitan Stone; Tadanobu Asano, que interpreta al capitán Nagata y Gregory D. Gadson que interpreta al lisiado coronel Mick Canales, el personaje que más me gustó en la cinta. Atención porque este hombre que debuta como actor en esta cinta, es en verdad un soldado en activo con casi 24 años en las Fuerzas Armadas que ha participado en todos los conflictos bélicos de importancia en los últimos veinte años, incluidos la Operación Tormenta del Desierto en Kuwait; Operación Forja Conjunta en Bosnia-Herzegovina; Operación Libertad Duradera en Afganistán, y Operación Libertad Iraquí en Iraq.
Era el jefe del Segundo Batallón de Artillería 32 en Iraq cuando fue gravemente herido por una bomba el 7 de mayo de 2007, perdiendo ambas piernas por encima de las rodillas, asi que no es efecto especial lo que vemos en esta película. Creo que merece una mención especial y por eso me extiendo tanto en él, ha sido condecorado con tres Estrellas de Bronce, la Medalla del Corazón Púrpura a un servicio meritorio y la Medalla de Honor del Ejército. Se licenció en la Escuela de Mando y del Estado Mayor de Fort Leavenworth, Kansas; tiene un máster en sistemas informáticos de la Universidad de Webster, y un master en Política de Gestión de la Universidad de Georgetown y en 2008, Reader’s Digest le nombró “Héroe del Año”.
Entre todos estos actores noveles se encuentra el veterano y siempre eficaz Liam Neeson, que vuelve a bordar un papel y demuestra de nuevo su capacidad de interpretar cualquier personaje en cualquier película. El apartado musical corresponde a Steve Jablowsky, el mismo hombre que compuso la banda sonora de Transformers.
En definitiva, creo que es una película buena en su género, es entretenidísima, es 100 por cien pura acción, los efectos especiales son geniales, los personajes amenos, se agradece ver tanta cara nueva, y al final con lo que se queda uno es con esa sensación de salir del cine con una especie de subidón o más bien sensación de bienestar, de haber disfrutado de un par de horas de espectáculo ante la gran pantalla. La recomiendo ya la defiendo frente a esos críticos que consideran que una buena película únicamente puede ser un dramón o un título con un guión lo suficientemente denso como para necesitar un doctorado en entendederas o con la suficiente crítica social como para entrar en ese saco de películas perfectas. Pues no señores, a veces una buena película es aquella que te hace olvidar el tiempo y te sumerge en una fantasía que va más allá de un guión, esta es una de esas cintas.

Nota: 8,5

Ira de Titanes

Por fin volví al cine, tenía  muchas ganas ya, y en esta ocasión decidí atreverme con la segunda entrega de Furia de Titanes pese a que esta no me había llegado a gustar demasiado en su momento, hablo de Ira de Titanes.
Decididamente tengo que decir que esta segunda parte es bastante mejor que la primera, sin llegar a ser un peliculón, al menos en esta ocasión se respeta minimamente parte de la mitología en la que se basa pese a mantener alguna de las licencias tomadas en la anterior cinta como el Pegaso negro.
Basicamente la acción se sitúa en el fin de la era de los dioses, estos ya no son tan venerados por la humanidad y han perdido mucho poder, ahora están debilitados y algunos de ellos se han unido en un desesperado plan para sobrevivir en el caos que va a provocar la liberación del Titan Cronos ante la ruptura de las paredes del Tártaro. Sam Worthington me ha gustado muchísimo más en esta ocasión como Perseo, quizás el hecho de que encarne al personaje mucho más maduro, más curtido y más serio, ayude.

Tengo que añadir también que pese a ser mejor que la primera, no podemos decir que estamos ante una buena película argumentalmente hablando pues en este aspecto es muy floja, quizás no sea correcto decir que el argumento es malo, más bien creo que se han centrado en realizar una película simple sin ahondar en historias que puedan aburrir como sucedió en Furia de Titanes donde buena parte de la cinta era considerablemente aburrida. Aquí nos encontramos con pura acción ya desde el principio de la película, casi desde el minuto uno ya arranca la épica, no da tiempo siquiera ni a centrarse en los personajes, la acción es límite y se mantiene así durante todo el metraje, decae muy poco y únicamente para dejar paso a las situaciones que sirven de enlace argumental entre los acontecimientos que tienen lugar durante la aventura.
Es por eso que como película espectáculo es una pasada, a mí el tiempo se me pasó volando, los efectos especiales son simplemente espectaculares, magníficos, a mí me dejaron de piedra y pese a que yo la vi en 2D, me da la sensación que en 3D tiene que ser espectacular pues creo que precisamente es en eso en lo que se han esforzado pues me resulta cuanto menos curioso ver la calidad de los efectos visuales, los monstruos, los efectos y demás parafernalias y luego sin embargo tanta simpleza argumental que repito, no tiene porque ser un punto negativo en producciones de estas características.
En cuanto al reparto, sencillamente me parece estupendo, yo a Liam Neeson cada día lo admiro más, es un actor con una cantidad enorme de registros y en este papel de Zeus me ha encantado. Como dios Hades tenemos a Raph Fiennes, el Voldemort de Harry Potter, también cumple con un papel interesante mostrando un dios Hades mucho más distinto de lo que aparentemente se da a entender y a lo que estamos acostumbrados.  La protagonista femenina, Rosamund Pike, interpreta a la reina Andrómeda, rescatada precisamente por Perseo en la anterior cinta y en la mitología. Me ha parecido muy bueno este personaje pues escapa bastante al tópico de mujer débil a la que hay que rescatar, no es para nada así, se nos muestra una guerrera incansable y una estratega estupenda, me ha encantado. Aparece también Bill Nighty como Hefesto, dios de la fragua, Danny Huston como Poseidón, y Toby Kebbell como Agenor, hijo del citado dios de los mares.
La dirección de la película corre a cargo de Jonathan Liebesman, el mismo que dirigió Battle: Los Ángeles (Invasión a la tierra), y se nota la influencia y las similitudes con esta sobre todo en la forma de narrar la acción, frenética desde el primer momento. Existe una pequeña posibilidad de que algún momento concreto a cierto público le pueda aburrir al no hacer un guión más denso. Esta cinta busca un tipo de espectador muy concreto, aquel que va al cine a ver un espectáculo, a entretenerse al 100 por cien sin buscar complejidad narrativa. No aconsejo que esta película vayan a verla aquellos que quieran ver una historia compleja y profundidad en los personajes, perdería el tiempo y no disfrutaría, es una cinta pura y llanamente de acción, 100 por cien comercial y totalmente visual, ahí radica su principal atractivo y su ventaja frente a su predecesora que al lado de esta se quedó considerablemente floja.

Nota: 7,5

In time

Todos tenemos aprecio por nuestro tiempo y procuramos aprovechar el mismo de la mejor manera posible en todos los ámbitos de nuestra vida, es famosa la frase que dice “el tiempo es oro”, sin embargo ¿Qué sucedería si dependiéramos del tiempo para poder asegurar nuestra existencia? Lo que propone la película In Time es precisamente eso ¿y si para vivir la única moneda de cambio fuera nuestro propio tiempo de vida?
Desde luego esta cuestión resulta muy sugerente y de ella se puede extraer una interesante historia, el problema está en que In Time desaprovecha las posibilidades que una trama tan singular como esta puede ofrecer. Hay que comenzar hablando del argumento, la película arranca con esa base, parece  ser que en un futuro se ha descubierto un sistema mediante el cual los humanos dejan de envejecer a los 25 años, lo que puede parecer toda una ventaja y un esperanzador proyecto de vida. Sin embargo, no todo es tan bonito como parece, y tan estupendo descubrimiento provoca una superpoblación que tienen que controlar de alguna manera, para ello cada ser humano dispone de una especie de contador numérico en el brazo que se activa al cumplir los 25 años de edad y el cual marca el tiempo de vida que le queda, un año a partir de la activación del mismo. Obviamente es posible vivir mucho más, para poder seguir viviendo se puede conseguir más tiempo mediante el trabajo diario como si de un salario se tratase y como tal emplearlo igual que si fuera dinero.
Seguro que en mayor o menor medida a nadie le resulta indiferente esta historia y como mínimo despierta cierta curiosidad de conocer como es esa sociedad que plantea la cinta. El principal problema de la misma radica precisamente en que no desarrolla la trama de forma correcta y no resuelve lo que el espectador desea. Con una leve narración al principio del film nos introducen lo que ha pasado para haber llegado a esa situación pero no nos explican en absoluto el motivo, el porqué, ni el cómo. Evidentemente no es que resulte imprescindible pero el trascurso de la trama hace necesario saber más para poder apreciar el comportamiento de los personajes. Aunque me haya defraudado, resulta que la trama engancha y apetece saber más, por ello el primer fallo de la película es no explicar ni mostrar más detalles e información sobre lo que ha sucedido y dar la sensación de que los espectadores somos tontos al incidir una y otra vez, escena tras escena, en cómo viven los pobres de los guetos, en lo poderosos que son los ricos y en cómo funciona el sistema social; créanme, a los 10 minutos de metraje ya se sabe perfectamente como es la situación en ese futuro aterrador y no hay porque continuar explotando ese mismo tema.
Se desaprovecha el metraje, los actores, las tramas y hasta los efectos especiales que llegan a ser ridículos en algunos momentos como en el accidente de coche, ojo a esta escena porque se nota demasiado que se trata de una maqueta. El segundo problema principal es que el desarrollo es equivocado y llega a aburrir al no solucionar realmente nada, me explico, el protagonista es una especie de Robin Hood que trata por todos los medios de arrebatar el tiempo a los más poderosos para repartirlo entre los más pobres, unas intenciones nobles y legítimas no exentas de cierta estupidez ya que lo interesante sería intentar cambiar ese sistema atroz y luchar por conseguir un futuro mejor, porque como bien se cuenta en la película, no sirve de nada repartir a diestro y siniestro entre los pobres cuando los poderosos y ricos tienen suficiente con subirles los impuestos y las tasas, siempre seguirá igual el sistema y no habrá fín.

Está llena de incoherencias y lagunas argumentales que se subsanarían fácilmente si desde un primer momento se hubiera enfocado la historia de otra forma, empezando como anteriormente se comentó por profundizar más en la trama base del film. En este punto de la crítica quisiera dejar claro que realmente a mí la película no me pareció totalmente mala, de hecho me entretuvo y lo que verdaderamente me apena es ver cómo se esfumó la posibilidad de crear una nueva obra maestra de la ciencia ficción por haber llevado mal el argumento, demasiado lenta y repetitiva cae en el ridículo cuando trata de encontrar un fin que justifique los actos de los protagonistas y fíjense que empieza muy bien, pero pierde fuelle al mismo ritmo que avanzan los minutos de metraje.
Absurda y completamente innecesaria es la trama de los mafiosos del gueto, son minutos inútiles que no aportan nada y que sobre explican algo que cualquier espectador ya sabe desde el minuto 5 de la película. A parte se desaprovechan enormemente a personajes que tienen mucho jugo para exprimir como el que interpreta Cillian Murphy (el espantapájaros de Batman Begins), que es un vigilante del tiempo, es decir la policía de ese mundo futuro. Sorprendentemente no tengo nada malo que decir de las interpretaciones, a mi Justin Timberlake nunca me ha gustado especialmente y debo reconocer que aquí cumplió con su cometido al igual que la chica, Amanda Seyfried, ambos desaprovechados completamente.
El caso de esta película es muy curioso ya nadie podrá echarle en cara a Andrew Niccol, director y guionista, de no haber sido relevante ni original con esta propuesta que recuerda a la fuga de Logan pero a diferencia aquella no termina solucionando el problema que plantea. Quizás haya que interpretar la película como una dura crítica en alusión al capitalismo, las desigualdades sociales e incluso la esclavitud del primer mundo plasmadas como franjas horarias. Me ha gustado lo de las distintas zonas, un recurso poco original pero peculiar que ayudó a explicar una trama complicada de mostrar en la gran pantalla.
Si a la película se le quitan varias persecuciones, una serie de secuencias incoherentes y se profundiza más en desarrollar lo sucedido para llegar a esa sociedad y en tratar de buscar una solución a la misma, seguramente nos encontraríamos ante una nueva joya de la ciencia ficción. Lamentablemente se queda en un intento curioso, que tiene un visionado y que merece una oportunidad, no es una buena película pero tampoco es mala y sin duda no dejará indiferente a nadie. Del cine uno sale pensando en varias preguntas sin respuesta ¿Cómo empezó el sistema de relojes numéricos en el brazo? ¿Qué fue exactamente lo que sucedió para que todos los humanos nazcan de esa forma? ¿Por qué es tan fácil robar en los bancos del futuro? ¿Cómo es uno rico en un mundo sin dinero? ¿Quién lleva el control del tiempo?… Cuestiones que me gustaría que se hubieran subsanado ya que personalmente las considero más interesantes que las planteadas en la cinta.

Nota: 5,5

Johnny English Reborn

Después de ir al cine a ver tantas pelis de súper héroes y de acción, tenía ganas de reírme un poco y ya que no acostumbro a acudir a las salas para ver una comedia, decidí romper con eso y regresar a un género que no veía en el cine desde… pfff, por lo menos Supersalidos.
Realmente no me gusta ir al cine a ver este tipo de películas porque suelen ser muy malas y tampoco es que me guste en demasía pagar para reírme. Sin embargo, en esta ocasión merecía la pena acercarse y disfrutar de nuevo del gran cómico Rowan Atkinson en uno de sus pocos papeles protagonistas que no tiene que ver con del conocido Mr Bean.
Sí, Johny Englis returns es una comedia que merece la pena disfrutar porque, como ya ocurrió con la primera entrega, es muy entretenida e incluso creo que supera a su predecesora en varios aspectos. De nuevo volvemos a ver al patoso agente secreto del MI7, pero en esta ocasión vemos un Johny English evolucionado, sigue siendo tonto, pero ha aprendido a defenderse mejor y a actuar como agente secreto en esta segunda incursión cinematográfica. Esta vez hay más acción, el argumento es más atractivo que en el anterior film, esta cinta consigue despertar interés en conocer lo que va sucediendo en la trama de la misma aunque este plagada de gags divertidísimos del señor Atkinson. Sin embargo, en la anterior película primaba el humor, más cercano a los gags de Mr Bean, y dejaba el guión en un segundo plano.
Obviamente no se trata de la comedia del año, no es la gran película que todo el mundo debería ver, pero es realmente entretenida y tiene varias secuencias de llorar de risa. También hay que decir que esta cinta divierte y cumple por el protagonista, ya que este hombre es un maestro del lenguaje corporal y facial, consigue hacer reír únicamente con la mirada y con sus constantes gestos ridículos.

El libreto del film nos cuenta esta vez como Johny English debe ocuparse de proteger al primer ministro chino de un complot para asesinarle y averiguar quien se encuentra detrás de todo. Pero English tiene también como objetivo limpiar su imagen y su honra, perdida tiempo atrás en una misión que le obligó a retirarse del servicio secreto para calmar su espíritu en un templo Shaolín.
Durante toda la película se suceden constantes gags propios del humor inglés pero se hacen patentes las diferencias con la primera parte, quizás influya el director, que esta vez es Oliver Parker, o tal vez la notable evolución del personaje que antaño era patético y ahora solamente tonto. Decididamente, Rowan Atkinson intenta dar vida a personajes distintos de Mr Bean, pero realmente no lo consigue. La potente personalidad del personaje Mr Bean, hace que el resto de papales de Atkinson se diferencien únicamente en que en estos habla.
Es muy posible que la película reciba malas críticas, seguramente habrá quien la ponga a parir con un montón de motivos sacados de la pedantería más grande, pero yo voy a darle una muy positiva crítica ya que al menos esta comedia hace reír con el elegante humor inglés y gags divertidos que escapan a lo chabacano y ordinario, no como otros títulos que tiran de humor escatológico, sexual o directamente mal sonante como Torrente o cualquier americanada de estas. Bravo por Johny English y bravo por Atkinson, espero volver a ver pronto a este señor interpretando nuevamente otro de estos personajes, sinceramente reconozco que mi deseo es volver a ver a Mr Bean en pantalla, eso sí, con un título tan bestialmente divertido como “Mr Bean, lo último en cine catastrófico”, ya que “Las vacaciones de Mr Bean”, aunque divertida, es muy inferior.

Nota: 8

Super 8

Tras unas cuantas semanas de cine sin decepciones, me he encontrado de nuevo con un título descafeinado y asombrosamente decepcionante. Sí, la infinitamente anunciada como el regreso al cine más clásico de los 80 y sucesora de E.T., Super 8, recibe un bombo y platillo innecesario ante el batiburrillo de impresiones negativas que ahogan las positivas, que haber las hay.
Esta película es como mezclar en una coctelera un poco del cine más costumbrista de Spielberg, con otro poco del predecible cine de J.J. Abrams, y ver que después de agitarla con fuerza, lo único que se consigue es el mismo efecto que el agua y el aceite… incompatibilidad.

La cinta comienza muy bien, el metraje arranca con los rasgos más característicos de Steven Spielberg, la presentación de unos personajes con una marcada personalidad y una fuerte e importante relación entre ellos cimenta las bases de un título que conforme pasan los minutos va ganando interés en el espectador pues, efectivamente, recuerda las películas de aquellos años 80 protagonizadas por niños que viven aventuras misteriosas y a la altura de los ya recalcados en todos los medios de comunicación Los Goonies o E.T. a modo de comparativa. Sin embargo, todo esto forma parte de la primera hora de cinta, el largo comienza a hacerse mediocre en cuanto sale la vena Abrams y el argumento se diluye en una amalgama de predecibles y aburridas secuencias carentes de lógica y únicamente salvables por la simpatía, en algunos momentos, de unos niños que realmente hicieron lo que pudieron para aportar a la película ese aire de emotividad e ingenuidad que el espectador, al menos en mi caso, buscaba.
Como si se tratase de una segunda entrega de otra de las cintas de Abrams, Monstruoso, enseguida nos encontramos con un toma y daca matraca entre el ejército y la criatura, visto ya hasta la saciedad en infinitas películas de extraterrestres e invasiones, sin encontrar una sola escena decente que se ponga a la altura de las vistas en la primera parte de película.
La historia, que empieza fuerte e interesante, flojea en cuanto llega el momento de las explicaciones, tal y como solo Abrams puede conseguir, ya lo hizo con la mencionada anteriormente Monstruoso, lo hizo con Perdidos y lo seguirá haciendo en todo cuanto toque este señor y tenga algo que ver con criaturas del espacio. Ridícula la explicación final, un intento lamentable de acercar a un niño con un monstruo que, señores periodistas y especialistas, poco o más bien nada tiene que ver con la entrañable patata E.T. Y esto es una cosa que me fastidia bastante ya que la cinta se anuncia como algo que no es; no piensen en algún tipo de emotividad, ni crean que van a derramar lágrima alguna por las situaciones que se viven en la cinta, imaginen simplemente que van a ver un episodio de cualquier serie de ciencia ficción actual con un poco de intriga, con misterio, con unos críos aventureros que eclipsan la pantalla hasta el punto de aburrir recurriendo siempre a lo mismo y tendrán el producto que finalmente ha salido.
Sería injusto dilapidar a Abrams como estoy haciendo, debo reconocer que este señor tiene muy buenas ideas, escribe historias intensas cargadas de un misterio que encandilan al espectador más exigente, pero su mayor  y más persistente fallo es siempre el mismo, el desenlace. En Super 8 se puede apreciar cariño por el cine de siempre, sí es verdad que la primera parte de metraje tiene momentos estupendos que bien podrían merecer mención en la historia del cine actual, la secuencia del descarrilamiento de tren es realmente espectacular y la cantidad de sustos que te da entre las sombras  al no saber a ciencia cierta que es a lo que se enfrentan aquellos pobres niños, son momentos agradables con los que te quedas al salir de la sala, pero amargados por ese insípido, pueril y ridículo final que más me vale no recordar.
En esta ocasión Abrams vuelve a confiar en el compositor Michael Giacchino para la banda sonora, con quien ya trabajó en otras ocasiones como en la serie Lost (Perdidos), y que en mi opinión, esta ocasión, resulto sorprendentemente floja.
No alcanzo a entender donde ven los críticos cinematográficos el parecido con E.T. o con las mejores cintas de Spielberg. Super 8 no es para nada una estupenda película, ni una obra maestra, ni la revolución del año… Para nada.  Se trata de una película más sobre una criatura extraterrestre y unos niños que tienen que ingeniárselas para no meterse en más líos de los que se han metido ya.
Lo mejor de la película es sin duda los momentos Spielberg donde los niños se relacionan entre ellos, ver como ruedan su película de terror, las discusiones geniales que tienen, como se preparan para afrontar cada situación y también los efectos especiales y el rodaje de las escenas de acción. Lo peor sin duda son los momentos Abrams, una criatura realmente malvada enfurecida con un ejército que la persigue y que se come a todo lo que pilla para luego resultar ser… en fin, los momentos Abrams.
En definitiva, sin extenderme más de la cuenta y sin dar spoilers, Super 8 es una película que rinde homenaje a los años 80, al cine de entonces y al cariño con el que se hacían las cosas en aquellos tiempos. Es una película que busca recuperar momentos intensos e intentar marcar en el espectador como en su momento marcó la partida de E.T. pero que desde luego no lo consigue, y se trata de un largo claramente diferenciado en dos partes. La primera parte de película es muy buena, atrapa, engancha, divierte  e incluso emociona; pero la segunda parte de cinta es aburrida, predecible, ridícula en muchas secuencias y con un desenlace completamente indigno y descafeinado.

Nota: 6,5

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