Battleship

Una semana más he ido al cine, y sospecho que en las semanas venideras prácticamente tendré sesión de continuo, en esta ocasión la cinta elegida fue “Battleship, juegos de guerra”, una de esas películas vapuleadas por la crítica por el mero hecho de cumplir su objetivo, el de divertir. Yo, que siempre me he declarado defensor de este tipo de cine, mientras esté bien hecho y con unos efectos especiales acordes, reafirmo esta postura con esta cinta que ciertamente cumple lo que promete y es que no deja de estar basada, nos parezca ridículo o no, en el popular juego “Hundir la flota”.
Me parece una película buena en su género, y su género es simple y llanamente espectáculo, acción, ciencia ficción y entretenimiento 100 por cien, cosa que al parecer por algunas críticas que he leído, ya tiene que ser indicativo de baja calidad. Pues en este caso no es así, la película es una gran cinta de acción, no decae en ningún momento del metraje y todo aquel que la vea y diga que se aburrió es mentira, miente como un cosaco o no le gusta el género y siendo este el motivo obviamente no le iba a gustar ni aunque el guión estuviera escrito en tinta de oro.
La trama del film se centra como ya dije antes en la batalla que disputan los humanos contra los extraterrestres, un conflicto que, como sucede en este tipo de producciones, puede provocar el fin de la humanidad. Lo que pasa es que desde esta película se aborda el tema de una forma diferente, la lucha tiene lugar en el agua, por un lado la armada de los Estados Unidos y varios países más contra la armada extraterrestre que, deduzco, en su planeta de similares condiciones a la Tierra según cuentan en el film, está más que perfectamente adaptada al ataque acuático. Partiendo de esta base, la cinta desarrolla la trama de la forma habitual en el género, los invasores son mucho más poderosos y avanzados tecnológicamente pero tienen su punto débil, hay un tira y afloja constante por ambas partes y siempre de una manera espectacular se enzarzan en batallas épicas, creo que aunque no se vea la película con que le echemos un vistazo al tráiler ya se puede saber sin dudarlo que es lo que nos encontraremos.
A mí me ha llamado poderosamente la atención como se cimentan las bases argumentales que dan inicio a la guerra entre mundos, resulta que en esta ocasión no nos vienen a invadir porque conozcan nuestra situación en el Universo o porque sean claramente una raza exterminadora; llegan a la Tierra por otros motivos y por unas circunstancias que, sin llegar a ser el culmen de la originalidad, al menos si logra huir ligeramente del tópico. Al margen de este razonamiento, vuelvo a insistir en que la idea de la que surge este film viene por el juego de mesa Hundir la flota y evidentemente la historia que se saca de ahí, no da para mucho y hay que ingeniarse un guión que, aunque a algunos les pueda parecer flojo, tiene buenos diálogos para una cinta de estas características.
Hay muchos guiños en la película a ese famoso juego del cual surge el filme, tanto en los diseños de los barcos como en un momento puntual del metraje en el cual introducen de manera muy acertada la dinámica del juego de mesa. En cuanto al diseño de los extraterrestres, a mí me ha parecido muy correcto y más creíble, esa forma humanoide y cierta similitud con los humanos, hacen más fuerte el argumento que se esgrime desde el inicio de la película sobre que su planeta es muy similar al nuestro.
También destaco algo que ya me gustó en “Invasión a la Tierra” y que se repite de nuevo aquí, los invasores actúan como lo que son, soldados, con sus estrategias de guerra y con cierto honor a la hora de escoger sus víctimas y luchar en igualdad de condiciones. Eso sí, me da la sensación que Peter Berg, director de Battleship, es fan de la saga de videojuegos Halo, al menos los diseños de las armaduras o trajes que visten los soldados invasores así lo hacen ver.
He visto por ahí muchos comentarios despectivos comparando esta película con Transformers, otra saga que me encanta y que a mi juicio esta injustamente masacrada por la crítica, pero es que amigos míos, hablamos de otro producto de Hasbro y de una mecánica cinematográfica similar, así que aprendamos todos de una vez que este tipo de películas están hechas para cumplir una misión, que son puro espectáculo y que lo que hay que juzgar verdaderamente es como se narre, de qué forma trascurra la acción y sobre todo que el espectador no se entere del paso del tiempo, las tres cosas las cumple esta cinta.
Retornando al tema de los efectos especiales, son sencillamente espectaculares, y esas naves espaciales que no dejan de ser barcos, imagino que en su planeta sea así también, parecen reales y eso en estos films se valora mucho. Destaco sobremanera también el curioso reparto, me sorprendió el elenco de rostros más o menos desconocidos o poco habituales en el género como es el caso del protagonista Taylor Kitsch, un actor que cumple con el papel que desempeña pero que quizás no tiene el empuje o el carisma de otros actores más acostumbrados al tema, no hay que olvidar que este señor de reciente descubrimiento en el cine, es el John Carter de Disney y también el mutante Gambito en la horrorosa “Lobezno: orígenes” .
Quién más expectación despierta es sin duda la cantante Rihanna, que debuta como actriz en esta cinta y que sorprende gratamente pese a que no me deja de resultar curioso el hecho de que ella sea la única mujer que hay en toda esa amplísima armada, no deja de resultar muy llamativo, pero bueno, el ejército de EEUU tiene sus cosas y todos las conocemos, de todas maneras el trabaja de la artista está a la altura de la veterana en el género, Michelle Rodríguez a la que curiosamente eché en falta ¿será que ya no concibo una película de militares, guerras o acción sin ella?
El resto de reparto lo completan Brooklyn Decker , que también podría decirse que se estrena como actriz pese a aparecer en alguna serie televisiva, y que no deja de ser otra modelo más de esas que cuelan en estas películas con el objeto de atraer a un público masculino, es la Megan Fox que Battleship, pero cumple con el papel que desempeña perfectamente; Alexander Skarsgård, actor, director y guionista sueco, que interpreta al Capitan Stone; Tadanobu Asano, que interpreta al capitán Nagata y Gregory D. Gadson que interpreta al lisiado coronel Mick Canales, el personaje que más me gustó en la cinta. Atención porque este hombre que debuta como actor en esta cinta, es en verdad un soldado en activo con casi 24 años en las Fuerzas Armadas que ha participado en todos los conflictos bélicos de importancia en los últimos veinte años, incluidos la Operación Tormenta del Desierto en Kuwait; Operación Forja Conjunta en Bosnia-Herzegovina; Operación Libertad Duradera en Afganistán, y Operación Libertad Iraquí en Iraq.
Era el jefe del Segundo Batallón de Artillería 32 en Iraq cuando fue gravemente herido por una bomba el 7 de mayo de 2007, perdiendo ambas piernas por encima de las rodillas, asi que no es efecto especial lo que vemos en esta película. Creo que merece una mención especial y por eso me extiendo tanto en él, ha sido condecorado con tres Estrellas de Bronce, la Medalla del Corazón Púrpura a un servicio meritorio y la Medalla de Honor del Ejército. Se licenció en la Escuela de Mando y del Estado Mayor de Fort Leavenworth, Kansas; tiene un máster en sistemas informáticos de la Universidad de Webster, y un master en Política de Gestión de la Universidad de Georgetown y en 2008, Reader’s Digest le nombró “Héroe del Año”.
Entre todos estos actores noveles se encuentra el veterano y siempre eficaz Liam Neeson, que vuelve a bordar un papel y demuestra de nuevo su capacidad de interpretar cualquier personaje en cualquier película. El apartado musical corresponde a Steve Jablowsky, el mismo hombre que compuso la banda sonora de Transformers.
En definitiva, creo que es una película buena en su género, es entretenidísima, es 100 por cien pura acción, los efectos especiales son geniales, los personajes amenos, se agradece ver tanta cara nueva, y al final con lo que se queda uno es con esa sensación de salir del cine con una especie de subidón o más bien sensación de bienestar, de haber disfrutado de un par de horas de espectáculo ante la gran pantalla. La recomiendo ya la defiendo frente a esos críticos que consideran que una buena película únicamente puede ser un dramón o un título con un guión lo suficientemente denso como para necesitar un doctorado en entendederas o con la suficiente crítica social como para entrar en ese saco de películas perfectas. Pues no señores, a veces una buena película es aquella que te hace olvidar el tiempo y te sumerge en una fantasía que va más allá de un guión, esta es una de esas cintas.

Nota: 8,5