Por fin volví al cine, tenía muchas ganas ya, y en esta ocasión
decidí atreverme con la segunda entrega de Furia de Titanes pese a que
esta no me había llegado a gustar demasiado en su momento, hablo de Ira
de Titanes.
Decididamente tengo que decir que esta segunda parte es bastante
mejor que la primera, sin llegar a ser un peliculón, al menos en esta
ocasión se respeta minimamente parte de la mitología en la que se basa
pese a mantener alguna de las licencias tomadas en la anterior cinta
como el Pegaso negro.
Basicamente la acción se sitúa en el fin de la era de los dioses,
estos ya no son tan venerados por la humanidad y han perdido mucho
poder, ahora están debilitados y algunos de ellos se han unido en un
desesperado plan para sobrevivir en el caos que va a provocar la
liberación del Titan Cronos ante la ruptura de las paredes del Tártaro.
Sam Worthington me ha gustado muchísimo más en esta ocasión como Perseo,
quizás el hecho de que encarne al personaje mucho más maduro, más
curtido y más serio, ayude.
Tengo que añadir también que pese a ser mejor que la primera, no
podemos decir que estamos ante una buena película argumentalmente
hablando pues en este aspecto es muy floja, quizás no sea correcto decir
que el argumento es malo, más bien creo que se han centrado en realizar
una película simple sin ahondar en historias que puedan aburrir como
sucedió en Furia de Titanes donde buena parte de la cinta era
considerablemente aburrida. Aquí nos encontramos con pura acción ya
desde el principio de la película, casi desde el minuto uno ya arranca
la épica, no da tiempo siquiera ni a centrarse en los personajes, la
acción es límite y se mantiene así durante todo el metraje, decae muy
poco y únicamente para dejar paso a las situaciones que sirven de enlace
argumental entre los acontecimientos que tienen lugar durante la
aventura.
Es por eso que como película espectáculo es una pasada, a mí el
tiempo se me pasó volando, los efectos especiales son simplemente
espectaculares, magníficos, a mí me dejaron de piedra y pese a que yo la
vi en 2D, me da la sensación que en 3D tiene que ser espectacular pues
creo que precisamente es en eso en lo que se han esforzado pues me
resulta cuanto menos curioso ver la calidad de los efectos visuales, los
monstruos, los efectos y demás parafernalias y luego sin embargo tanta
simpleza argumental que repito, no tiene porque ser un punto negativo en
producciones de estas características.
En cuanto al reparto, sencillamente me parece estupendo, yo a Liam
Neeson cada día lo admiro más, es un actor con una cantidad enorme de
registros y en este papel de Zeus me ha encantado. Como dios Hades
tenemos a Raph Fiennes, el Voldemort de Harry Potter, también cumple con
un papel interesante mostrando un dios Hades mucho más distinto de lo
que aparentemente se da a entender y a lo que estamos acostumbrados. La
protagonista femenina, Rosamund Pike, interpreta a la reina Andrómeda,
rescatada precisamente por Perseo en la anterior cinta y en la
mitología. Me ha parecido muy bueno este personaje pues escapa bastante
al tópico de mujer débil a la que hay que rescatar, no es para nada así,
se nos muestra una guerrera incansable y una estratega estupenda, me ha
encantado. Aparece también Bill Nighty como Hefesto, dios de la fragua,
Danny Huston como Poseidón, y Toby Kebbell como Agenor, hijo del citado
dios de los mares.
La dirección de la película corre a cargo de Jonathan Liebesman, el
mismo que dirigió Battle: Los Ángeles (Invasión a la tierra), y se nota
la influencia y las similitudes con esta sobre todo en la forma de
narrar la acción, frenética desde el primer momento. Existe una pequeña
posibilidad de que algún momento concreto a cierto público le pueda
aburrir al no hacer un guión más denso. Esta cinta busca un tipo de
espectador muy concreto, aquel que va al cine a ver un espectáculo, a
entretenerse al 100 por cien sin buscar complejidad narrativa. No
aconsejo que esta película vayan a verla aquellos que quieran ver una
historia compleja y profundidad en los personajes, perdería el tiempo y
no disfrutaría, es una cinta pura y llanamente de acción, 100 por cien
comercial y totalmente visual, ahí radica su principal atractivo y su
ventaja frente a su predecesora que al lado de esta se quedó
considerablemente floja.
Nota: 7,5