In time

Todos tenemos aprecio por nuestro tiempo y procuramos aprovechar el mismo de la mejor manera posible en todos los ámbitos de nuestra vida, es famosa la frase que dice “el tiempo es oro”, sin embargo ¿Qué sucedería si dependiéramos del tiempo para poder asegurar nuestra existencia? Lo que propone la película In Time es precisamente eso ¿y si para vivir la única moneda de cambio fuera nuestro propio tiempo de vida?
Desde luego esta cuestión resulta muy sugerente y de ella se puede extraer una interesante historia, el problema está en que In Time desaprovecha las posibilidades que una trama tan singular como esta puede ofrecer. Hay que comenzar hablando del argumento, la película arranca con esa base, parece  ser que en un futuro se ha descubierto un sistema mediante el cual los humanos dejan de envejecer a los 25 años, lo que puede parecer toda una ventaja y un esperanzador proyecto de vida. Sin embargo, no todo es tan bonito como parece, y tan estupendo descubrimiento provoca una superpoblación que tienen que controlar de alguna manera, para ello cada ser humano dispone de una especie de contador numérico en el brazo que se activa al cumplir los 25 años de edad y el cual marca el tiempo de vida que le queda, un año a partir de la activación del mismo. Obviamente es posible vivir mucho más, para poder seguir viviendo se puede conseguir más tiempo mediante el trabajo diario como si de un salario se tratase y como tal emplearlo igual que si fuera dinero.
Seguro que en mayor o menor medida a nadie le resulta indiferente esta historia y como mínimo despierta cierta curiosidad de conocer como es esa sociedad que plantea la cinta. El principal problema de la misma radica precisamente en que no desarrolla la trama de forma correcta y no resuelve lo que el espectador desea. Con una leve narración al principio del film nos introducen lo que ha pasado para haber llegado a esa situación pero no nos explican en absoluto el motivo, el porqué, ni el cómo. Evidentemente no es que resulte imprescindible pero el trascurso de la trama hace necesario saber más para poder apreciar el comportamiento de los personajes. Aunque me haya defraudado, resulta que la trama engancha y apetece saber más, por ello el primer fallo de la película es no explicar ni mostrar más detalles e información sobre lo que ha sucedido y dar la sensación de que los espectadores somos tontos al incidir una y otra vez, escena tras escena, en cómo viven los pobres de los guetos, en lo poderosos que son los ricos y en cómo funciona el sistema social; créanme, a los 10 minutos de metraje ya se sabe perfectamente como es la situación en ese futuro aterrador y no hay porque continuar explotando ese mismo tema.
Se desaprovecha el metraje, los actores, las tramas y hasta los efectos especiales que llegan a ser ridículos en algunos momentos como en el accidente de coche, ojo a esta escena porque se nota demasiado que se trata de una maqueta. El segundo problema principal es que el desarrollo es equivocado y llega a aburrir al no solucionar realmente nada, me explico, el protagonista es una especie de Robin Hood que trata por todos los medios de arrebatar el tiempo a los más poderosos para repartirlo entre los más pobres, unas intenciones nobles y legítimas no exentas de cierta estupidez ya que lo interesante sería intentar cambiar ese sistema atroz y luchar por conseguir un futuro mejor, porque como bien se cuenta en la película, no sirve de nada repartir a diestro y siniestro entre los pobres cuando los poderosos y ricos tienen suficiente con subirles los impuestos y las tasas, siempre seguirá igual el sistema y no habrá fín.

Está llena de incoherencias y lagunas argumentales que se subsanarían fácilmente si desde un primer momento se hubiera enfocado la historia de otra forma, empezando como anteriormente se comentó por profundizar más en la trama base del film. En este punto de la crítica quisiera dejar claro que realmente a mí la película no me pareció totalmente mala, de hecho me entretuvo y lo que verdaderamente me apena es ver cómo se esfumó la posibilidad de crear una nueva obra maestra de la ciencia ficción por haber llevado mal el argumento, demasiado lenta y repetitiva cae en el ridículo cuando trata de encontrar un fin que justifique los actos de los protagonistas y fíjense que empieza muy bien, pero pierde fuelle al mismo ritmo que avanzan los minutos de metraje.
Absurda y completamente innecesaria es la trama de los mafiosos del gueto, son minutos inútiles que no aportan nada y que sobre explican algo que cualquier espectador ya sabe desde el minuto 5 de la película. A parte se desaprovechan enormemente a personajes que tienen mucho jugo para exprimir como el que interpreta Cillian Murphy (el espantapájaros de Batman Begins), que es un vigilante del tiempo, es decir la policía de ese mundo futuro. Sorprendentemente no tengo nada malo que decir de las interpretaciones, a mi Justin Timberlake nunca me ha gustado especialmente y debo reconocer que aquí cumplió con su cometido al igual que la chica, Amanda Seyfried, ambos desaprovechados completamente.
El caso de esta película es muy curioso ya nadie podrá echarle en cara a Andrew Niccol, director y guionista, de no haber sido relevante ni original con esta propuesta que recuerda a la fuga de Logan pero a diferencia aquella no termina solucionando el problema que plantea. Quizás haya que interpretar la película como una dura crítica en alusión al capitalismo, las desigualdades sociales e incluso la esclavitud del primer mundo plasmadas como franjas horarias. Me ha gustado lo de las distintas zonas, un recurso poco original pero peculiar que ayudó a explicar una trama complicada de mostrar en la gran pantalla.
Si a la película se le quitan varias persecuciones, una serie de secuencias incoherentes y se profundiza más en desarrollar lo sucedido para llegar a esa sociedad y en tratar de buscar una solución a la misma, seguramente nos encontraríamos ante una nueva joya de la ciencia ficción. Lamentablemente se queda en un intento curioso, que tiene un visionado y que merece una oportunidad, no es una buena película pero tampoco es mala y sin duda no dejará indiferente a nadie. Del cine uno sale pensando en varias preguntas sin respuesta ¿Cómo empezó el sistema de relojes numéricos en el brazo? ¿Qué fue exactamente lo que sucedió para que todos los humanos nazcan de esa forma? ¿Por qué es tan fácil robar en los bancos del futuro? ¿Cómo es uno rico en un mundo sin dinero? ¿Quién lleva el control del tiempo?… Cuestiones que me gustaría que se hubieran subsanado ya que personalmente las considero más interesantes que las planteadas en la cinta.

Nota: 5,5