Finalmente hubo que esperar todo un año para ver la tercera y, de momento, última temporada de la serie remake de Perdidos en el espacio de Netflix, una serie que desde la primera temporada me enganchó por haber sabido plasmar y “modernizar” la historia original preservando los elementos clásicos originales.
Esta tercera entrega sigue manteniendo esa esencia y resulta igualmente entretenida, aunque adolece de un agotamiento en la fórmula narrativa, la historia que ya ha ido perdiendo fuelle acaba siendo predecible y cansina, sobre todo las aventuras que viven los diferentes miembros de la familia pues ya les han pasado demasiadas cosas y personajes como la Dra. Smith comienzan a ser ya comparsa obligada de una trama central que escapa de ese espíritu de exploración y vivir aventuras independientes que la hacían atractiva.
No es que la serie en esta tercera temporada sea mala, es sencillamente inferior en calidad, desarrollo y trama que las anteriores temporadas y lo es no por una merma en los actores sino por un agotamiento en la narrativa que, a veces, resulta interminable y repetitiva, aunque inteligentemente adornada con mucha emotividad, un recurso efectista que endulza la serie y la hace digerible.
Si has visto las primeras temporadas y quieres saber como termina la historia, es una temporada completamente pensada para eso y debes verla, pero si la serie no te ha dado mucho más, no es necesario que pierdas tiempo en el visionado de esta tercera temporada. A favor, sin duda, que cierra todo lo que abre, cosa rara en las series últimamente, y a la vez permite que en un futuro se pueda plantear una continuación más “aventurista” que creo que es lo que necesita este producto.
Nota: 6,5 /10