Crítica de Spiderman No Way Home

Ya he retornado de mi escapada a Madrid, gran fin de semana sin duda, ya lo comentaré, pero ahora desde el reposo y la calma que da el calor del hogar procedo a realizar mi crítica de Spiderman No Way Home como debe ser, es decir, de forma extensa y detallada.

Hice una breve reseña el viernes desde Madrid tras haberla visto, reseña que fue indudablemente positiva. La experiencia de visionar esta cinta en KINEPOLIS Atmos es brutal pero inevitablemente pierdes muchos matices ante la emoción del público, hablamos de una sala de cerca de 400 butacas llena hasta los topes con gente que, a cada sorpresa del metraje, y son muchas sorpresas, aplaudían, gritaban o comentaban, lo cual me saca bastante de mi mundo de concentración en el que entro cuando voy a ver una película al cine.


Es por eso que he realizado un segundo visionado desde la tranquilidad y soledad que ofrecen los cines de Caudalia, y ahora sí, con toda la sala para mí, puedo afirmar que se trata de una gran película, la he disfrutado mucho más en el segundo pase, no solo por estar tranquilo sino porque he podido centrarme en muchos más detalles y en la relevancia de algunos diálogos para poder digerir las pequeñas incongruencias que aparecen a lo largo del argumento; ahora sí puedo hacer la crítica y comentario en condiciones… 

He de empezar diciendo que esta tercera entrega del Spiderman de Tom Holland sigue la narrativa que inició en Homecoming, hay mucho humor desarrollado de forma muy concreta, pero a diferencia de las anteriores aquí sí que existen dos elementos poderosísimos que abrazan ese humor de la narrativa de esta trilogía y son la emoción y la madurez, y también cierta épica, que no siempre lo épico tiene que ser necesariamente una batalla de enormes dimensiones como bien dice el bueno de M. Juan Payan.

Ambos elementos construyen todo el argumento sobre los poderosísimos ingredientes que hacen grande a toda película, la nostalgia y la emotividad. Y es que en esta cinta tenemos grandes dosis de todo eso. Por un lado, tenemos la emoción de los acontecimientos, pasamos de una película divertida plagada de chistes y siguiendo la línea de las anteriores, de ese Spiderman más o menos tonto, adolescente e inexperto, a un tono más emocional… Y es que hay 4 escenas concretas que a mi personalmente me tocaron el tocaron, de alguna manera me llegaron a la fibra y eso se consigue con una buena interpretación acertada, creíble, puesta en el momento justo y acompañada de la BSO oportuna. Luego comento esas escenas, que serían spoiler ahora.


La carga emotiva de la cinta es muy pronunciada a partir de la segunda mitad del metraje y se engrandece más con el asentamiento de ese otro elemento que os decía, la nostalgia…

Y es que es una película tan tremendamente disfrutable para los que tenemos cierta edad y hemos visto todo lo de Spiderman en el cine, que no se puede describir más que con un sonoro aplauso. El poder de la nostalgia, combinado con la emotividad que Holland transmite al personaje de Spiderman en esa transición de la adolescencia a la madurez, engrandece mucho todo el metraje.


El papel de los villanos también me ha gustado, esto es algo que temía ya que la historia que plantea la película podría resultar demasiado confusa pero creo que han sabido darles a todos ellos una pequeña evolución y dotarles de más ambiente comiquero con una interactuación mucho más sólida, sobre todo en el caso de Electro donde el personaje gana muchísimo en relación a su cinta origen.

Hay cosillas que, obviamente, si eres demasiado puntilloso te chirriarán, pero es que es la fórmula Marvel, te explican las cosas con una o dos frases, te lo comes si quieres y sino sal de frutas. Son pequeñísimas cosas que solo notaremos los muy frikis, para el público general son minucias imperceptibles, la cinta se disfruta muchísimo solo con el despliegue de elementos que se juntan en la pantalla.


En esta ocasión además he podido disfrutar mucho más de la soberbia BSO de Michael Giacchino, sintonías fantásticas que justo escucho mientras redacto este texto y que dejan claro de nuevo la brillantez de este compositor. Obviamente la BSO de las cintas “Holland”   está presente con multitud de arreglos e incorporaciones para cada momento pero celebro mucho el poder disfrutar de los acordes que corresponden a otros temas del pasado cinematográfico arácnido rubricados por Elfman o Zimmer entre otros, quizá eché en falta algo más de esas melodías, pero como salen fusionadas también en diferentes momentos y para diferentes contextos, pues no está mal tampoco.

Dos horas y media de metraje que se me pasaron volando, tuve la misma sensación que en su momento me generó la primera cinta de Los Vengadores, la sensación de estar viendo un comic en pantalla grande, porque es una película muy comiquera, una de las más comiqueras de Marvel, y es por eso que pasa tan rápido. 


No se si las luces navideñas de Madrid me han reblandecido o que tengo demasiado frescas las antiguas pelis de Spiderman, pero el caso es que la química que he notado entre los actores de esta película, especialmente entre Zendaya y Holland es tremenda, sobrepasa la pantalla, la relación de ambos me resulta la más creíble y honesta de las relaciones que Spiderman ha tenido en el cine… Esa química se nota y hace que esa emotividad que os decía antes se vuelva extrema en el final de la cinta por lo que sucede, me he reconciliado con Zendaya en su papel de MJ, pues nunca me gustó nada y aquí me encantó.

También he comprendido en este segundo visionado el porque hay tanto hincapié en que Ned y Zendaya sean parte de la acción central junto a Holland, es necesario que sea así para que el efecto del clímax de la cinta pueda llegar al corazón.


En general, para no enrollarme más, porque poco puedo añadir sin spoilear, es la mejor película de Spiderman, para mí, desde Spiderman 2 de Sam Raimi.

NOTA: 9