Ayer, arropado por mi habitual insomnio, acudí al refugio de Netflix y descubrí dos películas realmente interesantes, de esas veces que rebuscando por el catálogo de la plataforma te atrae alguno de los trailers y bueno, me comí las dos del tirón. Pero vamos de una en una, la crítica que va en este texto corresponde a I am mother.
I am Mother es una cinta de ciencia ficción realmente atractiva, nos sitúa en un futuro en el que la raza humana se ha extinguido y solamente hay un bunker en el que se guardan miles de embriones humanos cuyo fin es ser criados por un androide que actúa como madre con el objetivo de repoblar el planeta y recuperar la raza humana. Con esta premisa nos encontramos ante un nuevo giro de tuerca en la típica trama de lucha entre humanos y robots consiguiendo sorprender, cosa altamente difícil en los últimos tiempos.
La cinta discurre en dos partes claramente diferenciadas, una primera parte en la que acertadamente te abren un montón de interrogantes y te plantean lo que está sucediendo sin que te quede muy claro que pasa y una segunda parte en la que se va vislumbrando el objetivo narrativo manteniendo siempre la tensión en la chica protagonista y su elección sobre a quién hacer caso.
Es una película que juega también con la psique y con la propuesta de dar a entender si un robot puede o no sentir emociones y mantiene un halo de misterio en torno a esto que da bastante que pensar porque toda la cinta son giros argumentales haciendo que te posiciones a favor o en contra de las decisiones que el androide maternal dictamina en la crianza de la joven humana.
Ojo, no es una película con altas dosis de acción, es más bien un thriller cercano al drama que entra en intensidad con la trama de fondo al final del metraje, el resto de minutaje es un juego mental para el espectador que tiene que tratar de comprender que es lo que está sucediendo.
La interpretación de la joven y guapísima Clara Rugaard-Larsen es punto y aparte ya que se come toda la película ella sola. Sin duda una película para amantes de la buena ciencia ficción, con una trama de esas que te enganchan y te mantienen alerta hasta el final para poder comprender todo; una sorpresa independiente rusa de esas que no reciben mucha publicidad pero que son trabajos realmente notables y difíciles de analizar o comentar sin soltar spoilers y ya sabéis que este tipo de cintas, al menos así lo creo yo, merecen ser vistas sin saber nada.
Grata sorpresa en Netflix, muy recomendable para los amantes de la ciencia ficción y el tema de la robótica y el eterno conflicto ético entre robots y humanos.Nota: 8