Recomendada por mi buen amigo Jaime e innegablemente interesado por mi adorada Anya Taylor-Joy, me animé a ver la película “El menú”, disponible en Disney + y bueno, la verdad es que es una de esas propuestas interesantes de ver pero que, quizá por que ya estaba saturado un poco de tanto “chiflau” tras haber visto “Llaman a la puerta” de Shyamalan, me encuentro incapaz de valorar esta propuesta del director Mark Mylod de una forma más objetiva, pero no creo.
La película nos propone un relato de terror, intriga, suspense, donde un cocinero pirado, acompañado de un buen puñado de ayudantes no menos pirados que él, propone una experiencia gastronómica única, un menú degustación de alta cocina en un entorno y contexto diferente… en fin, esa moda que lleva ahora de pagar una millonada por comerte unos cuantos platitos de autor en algún lugar rimbombante para ricos y pudientes. Ese es el escenario y el hilo conductor de esta cinta cuyo reparto encabezan la citada Anya Taylor, brillante como siempre, y Ralph Fiennes como perturbado chef, también excelente en su interpretación.
No deja de ser otro giro de tuerca de las clásicas películas de terror como La isla del doctor Moreau por ejemplo, un recurso fácil para crear una historia perturbadora que te genere inquietud por entender que es lo que está pasando mientras se desarrolla una historia llena de personajes que sabes que las van a pasar putas y que de ahí no sale con vida ni el apuntador.
Sucede que cuando planteas este tipo de historias, pues no son pocas las tramas de fórmula similar que existen en el cine, la premisa principal ha de ser la de sorprender, la de provocar al espectador y eso lo consigue, desde luego, pero repitiendo un esquema que a mi personalmente me sacó enseguida de ese suspense que se supone debe mantenerte inmerso en el metraje; y es que todos los personajes, comencemos por los comensales, parecen en principio personas inocentes y simplemente adineradas que dentro de su excentricismo disfrutan con “sensaciones” exclusivas como las de comer en una isla apartada de todo las creaciones de un afamado chef, pero no hace falta ser demasiado espabilado para entender a los pocos minutos de metraje y en las primeras líneas de guion, que todos ellos ocultan algo que ha provocado las decisiones del perturbado chef salvo uno, el personaje que interpreta mi querida Taylor y que es el que “descoloca” un poco las intenciones de un Fiennes, como digo excelente en su interpretación.
Esto es lo que me sucedió con la película, que todo me parecía demasiado predecible, ya lo he visto demasiadas veces, y simplemente aquí se cambia el hilo conductor, que es la comida y, en un segundo plano, aunque bastante evidente, una dura crítica a la exigencia desmesurada de la alta cocina y como esa presión puede llevar a un chef brillante (o al menos eso deja a entender una secuencia con varias fotografías de su carrera en un momento concreto de la cinta) pero que en ningún caso puede justificar todo lo que este personaje y sus esbirros maquinan para castigar a esos comensales que el guion, fiel a la dinámica de estas historias, nos va desvelando poco a poco que son un poquito cabroncetes, que han hecho alguna putadilla a terceros o que sencillamente son juzgados por algún hecho de su vida privada.
Nadie, salvo Fiennes y Taylor merecen mención interpretativa, todos cumplen su función de secundarios que sabes que van a palmar y únicamente te mantiene enganchado el querer conocer las motivaciones del chef, su reacción al inesperado personaje de Taylor, la manera en que ésta resuelve y descubre el punto devil de este pirado y el recurso de ir presentando al espectador cada tramo de película como un nuevo plato, así va distribuyendo cada acto… primer plato, segundo plato, tercer plato….
De acuerdo con Will Tracy y Seth Reissla, los guionistas de esta cinta que no entiendo como no está en el apartado “star” de Disney +, tomaron inspiración para crear el concepto central de la cinta de un restaurante que sí existe en la realidad. En este sentido, El Menú podría formar parte de esas extrañas películas que se basan o tratan de crear una historia partiendo de algo real, aunque en este caso espero que sea solo inspiración porque solo imaginarme un lugar así, me estremece, aunque no sé si me da más terror el lugar y el contexto o la evolución de cada uno de los personajes a excepción de Taylor, a la que vemos en la secuencia final de la cinta haciendo algo verdaderamente singular mientras observa el clímax del film.
Cinta psicológica, rara, que tiene un pase pero que al menos para mi será muy fácilmente olvidable.
Nota: 4 / 10