Crítica/Comentario de Tekken Bloodline (Netflix)

Me he encontrado de pura casualidad la serie animada de Tekken en Netflix, una propuesta de 6 episodios que se basa en la popular saga de videojuegos de Namco y que verdaderamente, aunque se queda un poco escasa para mi gusto, cumple perfectamente.

A lo largo de 6 episodios se nos cuenta en esencia la historia que comprende la tercera entrega del videojuego, aparecida en su momento en PSX y también nos deja alguna pincelada de la historia que ya venía en las dos primeras entregas.

Debo decir que la historia es bastante fiel, con sutiles cambios narrativos, necesarios para adaptar la idea a un formato de serie televisiva, pero lo suficientemente sucintos como para que no sea un esperpento como en su día lo fueron los reiterados intentos de adaptar Street Fighter u otras tantas.

Me sorprende eso sí que se hayan obviado personajes relevantes con miga para explorar como Gun Jack, Eddie o Law y se haya optado por incorporar personajes de entregas posteriores como relleno, pero tampoco es algo que desluzca el acabado general del producto, bien ejecutado en general y con continuadas referencias y guiños al sistema de juego original como la selección de personajes, los escenarios o los ataques característicos de cada personaje.

Renuncia eso sí a las historias de personajes a mi entender muy importantes en favor de la trama principal que gira en torno a los Mishima, Jim y todo el rollo del gen diabólico.

Sea como sea, con una animación notable y un desarrollo acertado, aunque quizá demasiado rápido, el resultado final en su conjunto es una serie animada que cumple como buena adaptación y eso ya suma muchos puntos a su favor, más aun viniendo de Netflix.

Nota: 7/10