Este día pude ver en Netflix la película “Operación Rampage”, que es una especie de adaptación del clásico videojuego Rampage de la compañía Midway, y la verdad es que es una cinta entretenida de esas en las que Dwayne Johnson le encanta participar, una aventura de acción bastante bien acabada y con unos buenos efectos especiales.
Bueno, vayamos por partes. La película es muy sencillita, el argumento no puede ser más simple y en esto es similar al del juego, también muy simple. Sucede que en el caso de la película se cambia la base y estructura argumental para darle un poco de consistencia al asunto ya que en el juego original los monstruos eran resultado de una transformación de 3 humanos a causa de unos productos de la compañía Scumlabs mientras que en el largo son mutaciones de 3 animales que tienen la mala fortuna de toparse con los restos de un experimento fallido en el espacio y que les ocasiona esa mutación, crecimiento y furia descontroladas.
El juego parte de una premisa muy sencilla, se trata de seleccionar a un monstruo de los 3 disponibles y destruir todo lo que puedas, cuando más caos mejor, aplastar y comerse a transeúntes, destruir edificios, etc.… todo ello te da puntos y te permite pasar de pantalla. Eso sí, además de destruir te tienes que proteger del ejército que te va quitando vida poco a poco y si se te agota la barra, te conviertes en un humano desnudo durante uso minutos y tienes que protegerte de los otros monstruos…
En la película esto es un absurdo, de forma que se amasa un guion donde unos malvados muy malvados y preocupados solo por el dinero, atraen a los 3 animales contagiados accidentalmente, a la ciudad con el fin de poder continuar con sus experimentos; para ello utilizan una señal sonora que resulta extremadamente molesta a estos monstruos con el fin de que acudan a destruir la antena y tenerlos así cerca. Ese es el hilo conductor que da pie a que suceda lo que es la base del juego que es ver los monstruos por la ciudad provocando el caos absoluto.
Lógicamente hay elementos de trasfondo para darle una mayor consistencia narrativa como la presencia d ellos personajes “humanos” que tienen todos ellos un papel bastante lógico y cogerente con la situación contada, especialmente el protagonista Dwayne Johnson y su “amistad” con el simio que es también el personaje principal del juego, George. El nombre de los personajes se mantiene, lo cual es un guiño gracioso para el fan, y además de una forma muy inteligente y graciosa como el caso del lobo llamado Ralph que en la cinta es bautizado así por los, literalmente, “frikis de internet”.
Es por tanto una película sin demasiadas pretensiones que no destacando sobre manera ni en taquilla ni en repercusión consigue sin embargo resultar un producto indudablemente divertido que merece la pena para una tarde de aburrimiento, espachurrado en el sofá con una buena bolsa de ganchitos.