Hoy he visto “Los juegos del hambre: Sinsajo parte 1”, con algo de retraso, pero al fin y al cabo la he visto, y no precisamente por gusto sino por el hecho que ver como continua una historia que ya desde la primera entrega no acabó de gustarme. Sin duda la cosa va a peor, en esta tercera entrega de la franquicia no hay nada nuevo en el horizonte pero tampoco nada mejor, es más, creo que es un suplicio aguantar las dos horas y pico que dura.
El problema de la película no es que sea mala, sería injusto decir eso pues presupuesto tiene y desde luego me consta que es una “buena” adaptación del libro, el problema es básicamente el mismo que en las anteriores; es decir, contiene una historia con un potencial enorme y muy atractivo de ciencia ficción y aventura pero no se desarrolla prestando únicamente atención a las insulsas reacciones de una protagonista que ya desde la primera película resulta ser terrible.
Parece ser por lo que he podido investigar que el problema principal radica en el mismo libro, es decir, en la obra escrita el personaje protagonista, su trama y las situaciones que acontecen son aún peores que en la película y claro, cuando ya una película siendo “mala” es mejor que el libro… apaga y vámonos. A mí personalmente me gusta que la historia se desarrolle al menos similar a lo que te venden, en este caso para mí que no he leído libro alguno de la saga, esta historia trataba sobre un mundo distópico gobernado por un dictador que somete a los ciudadanos de los diferentes distritos a su voluntad y que en los mismos se produce una rebelión para derrocarle y recuperar la libertad tras ver a una heroína que, en un programa de tv creado para entretenerles, desafía a todos.
Pues bien, esa historia que es la vendida no se corresponde con la real, que es básicamente una niñata que ponen de heroína y tipa dura por momentos pero a la que solo le importa el boborolo de su chico independientemente que mueran no cientos, sino miles de personas. No acaba de arrancar, no acaba de verse una mujer decidida a acabar con la tiranía de un sistema opresor, no acaba de arrancar la batalla que todos esperan ver, y mientras tanto se aletarga el argumento en idas y venidas de la señorita y en largos y aburridos diálogos intentando transmitir un sentimiento que sencillamente no existe porque no puedes empatizar con los personajes de ningún modo.
Ver llorando por las esquinas a la que se supone es la protagonista de la historia y líder de una revolución es enormemente cansino, y no menos cansinas son sus ocasionales subidones de epicidad que despiertan en el espectador, en mi caso al menos, una esperanza de ver en acción a la que en una secuencia de escasos segundos se carga con una flecha a dos bombarderos… Es decir, o uno o lo otro, pero que elija un camino de una vez, porque cansa tanta lagrima por el pobre “Peeta” y con lo ambigua que es la muchacha resulta menos creíble aún una supuesta historia de amor sincero entre ellos.
Como este problema ya viene en el libro y la trama principal: la de los juegos, la de la revolución, la que me interesa a mí, es totalmente algo secundario… mejor habría sido que la saga se ubicara en el género romántico y por lo menos veríamos una historia de amor teñida de matices de ciencia ficción, eso sería no engañar y así los que no nos interesa esa parte, sobre todo cuando esta tan mal hecha y tan mal construida, pues no iríamos a verla.
Por lo demás, película correcta en su ejecución, bien rodada con algunos momentos divertidos, otros ligeramente épicos que otorgan un poco de esperanza de diversión al espectador y mucho, mucho drama innecesario que aporta muy poco a lo que de verdad me interesa, la revolución… luego ya el amor y esas cositas, que se quede en un segundo plano y sobre todo, que de una vez por todas la que se supone es la pera limonera, la más grande, la más épica, la más guerrera y la más líder haga de una vez algo en lugar de esconderse una y otra vez a llorar, porque entonces vende al personaje como lo que es, una chiquilla con muuuuuuuuucha suerte, que cae bien y que usan los demás para que el pueblo se alce… Con eso me basta, no la vendas como la Zoe Saldana de Los Juegos del Hambre y luego sea un cascorro de pan, porque aburre.
En resumen, película a la altura de las anteriores, aburrida, muy larga, sosa y sin fundamento, un problema que además se acrecienta cuando la rompen en dos partes y lo hacen de una manera tan cutre o en un momento tan malo, me recuerda a un capítulo de una serie de televisión, lo que pasa que en este caso no tengo prisa por ver el episodio final.