Esta semana ha tocado ir de nuevo al cine y como no podía ser de otra forma, la cinta elegida fue El Hobbit, La desolación de Smaug, segunda entrega de la adaptación cinematográfica del libro que sirve de precuela al Señor de los anillos. Sigue pareciéndome asombrosa la capacidad de Peter Jackson para hacer de unas cuantas páginas, de un libro tan escueto, nada más y nada menos que una película de 2 horas y media, pero sobre todo lo bien que lo hace.
La desolación de Smaug es una película absolutamente genial, mejor que la primera parte y además tremendamente entretenida. Peter Jackson demuestra su capacidad para realizar una adaptación cinematográfica fiel pero incluyendo licencias propias, incluso personajes exclusivos, para mejorar la historia y hacerla más coherente y conexionada con las entregas del Señor de los anillos, algo que agradecemos sobre todo aquellos que no hemos leído el libro. Esta película nos deja un puñado de secuencias espectaculares cimentadas en un superior mimo y esfuerzo por recrear el más mínimo detalle.
La película es una delicia visual, pero al margen de eso y de la calidad de historia, queda patente una vez más la maestría del director a la hora de realizar secuencias de acción inolvodables convirtiendo acontecimientos que suceden en el libro en una sola hoja, en caso 10 minutos de escena trepidante. Mismamente secuencias como la de los toneles o la práctica totalidad de la parte final de la cinta, muestran un trabajo espectacular de efectos especiales y de buen hacer. Al acabar la película, escenas como esas quedan grabadas en la memoria.
Por supuesto el reparto nuevamente lo hace genial, el entorno es inmejorable y es imposible no empatizar con todos los personajes, si bien para mí, y es una opinión completamente personal, me sobran Legolas y Tauriel, más que sobrar digamos que con menos presencia la película habría sido igual de buena, pero interpreto que es una forma de unir la historia. La parte del dragón es increíble, me ha encantado como se ha recreado a la criatura y su imponente personalidad. Desde luego se nota que es una película de transición, mantiene la esencia de la primera entrega y se permite detenerse en ciertos aspectos a fin de rellenar metraje para desplegar en la tercera parte todo el potencial ya que tengo entendido que se producirá una batalla impresionante entre varios ejércitos y dado el final de esta segunda entrega, el arranque de la próxima será increíble.
Creo que esta segunda parte se acerca más a la tónica de las tres películas del Señor de los anillos y se separa de la primera entrega, más cómica, introductoria y, quizás… ¿más infantil? Como sea, en esta ocasión me recordó mucho a la trilogía anterior y me hace suponer que la tercera parte será la mejor, la más épica y la más impresionante. Recomiendo mucho ver esta película, La desolación de Smaug es una cinta de aventuras enorme con la que disfrutarán grandes y pequeños, Peter Jackson consigue materializar un producto que siendo fiel al libro se toma libertades suficientes como para enriquecer y mejorar la historia.
Nota: 8,5