Crítica de Thor 2: El mundo oscuro

Y por fin llegó el momento de disfrutar de una nueva cinta de la factoría Marvel, la segunda entrega de Thor. Sin duda es una película que he disfrutado mucho, esta a años luz de la primera aunque no logra liberarse del todo del lastre de la misma ni de la pronunciada sombra de Los Vengadores. Se trata de una buena película de acción, digna de las cintas que la compañía nos lleva ofreciendo en los últimos tiempos y creo que será acogida con mejores resultados y críticas que la anterior del personaje o que la misma Ironman 3 la cual considero bastante peor que Thor: el mundo oscuro.
Ese título preciosamente es el que da fuerza y vida a la trama argumental de esta cinta en la que toda la acción, o la mayoría de ella, discurre en los diferentes mundos de las historias de Thor, con lo cual se aleja del planeta Tierra y nos muestra bellísimas secuencias más propias de una Space Opera como Star Wars. Esa belleza de escenarios, esa cuidada forma de mostrar mundos mas allá de La Tierra y el contar con una enorme conexión con Los Vengadores, hacen en mi opinión que la película gane fuerza y por tanto calidad.
Dista de la primera en muchas cosas, si es verdad que recupera los personajes de aquella y mantiene los chascarrillos de entonces, en ese caso recuerda bastante a esa cinta que no cosechó muy buenas críticas entre los fans. La gran diferencia radica en que esta película tiene mucha más acción, es más épica y nos deja ver a un Thor mucho más curtido y protagonista; bien es verdad que el papel de Tom Hiddleston, el perverso Loki, acaba consumiendo por su carisma y su maldad al propio Thor y no son pocos los que opinan que la cinta de salva por él. En mi caso, le reconozco su grandiosidad, viene arropado por el éxito de Los Vengadores, pues me permito recordar que en la primera de Thor no fueron muchos los que valoraron positivamente a ese Loki, pero como sea se ha ganado a pulso el que el director y también Josh Whedon hayan tenido a bien rodar varias secuencias más con él de protagonista.
Lo más flojo de la película curiosamente fue el villano, la verdad que deja mucho que desear, es un villano al que le falta fuelle, al que le falta carisma y el cual tiene unos objetivos que si bien son fieles a los que el mismo personaje tiene en los cómics, quedan un poco justos en el lenguaje cinematográfico limitándose a un fin muy concreto sin mayor sustancia que la de destruir por que sí. En ese respecto la película flojea, si bien es verdad cuenta con Loki de forma secundaria como villano y hace que Malekith, quien se supone era el principal enemigo, quede en un tercer plano.
En cuanto al hilo argumental, es una historia sencilla, sin complicaciones que continua la estela iniciada en Los Vengadores y El Capitán América en torno al Teseracto y esa tecnología y poderes de otros mundos que escapan a la comprensión de los humanos, es una forma además de darle continuidad a la trama secundaria que prima en el Universo cinematográfico de Marvel en torno al poderoso villano Thanos.
Para mí están claras las escenas en las que intervino Josh Whedon y las que no, se nota demasiado que Alan Taylor no vale para esta labor y que no se encuentra en sintonía con la tónica de Marvel en el cine. Hay secuencias lentas y rarunas que se complementan con secuencias plagadas de acción y que recuerdan mucho más a Los Vengadores, es muy curioso este detalle porque lo mismo en una escena parece que estás volviendo a ver la gran película coral de Whedon y al instante siguiente la escena de acción es menos… ¿currada?¿espectacular?... No lo sabría explicar, pero se nota y eso dice poco del director.
Me desconcierta el abiertísimo e interesantísimo final de la película, muy abierto, veremos a ver lo que sucede pero desde luego es una cinta que encaja muy bien en la nueva fase de Marvel en cine y que conecta de forma correcta con los proyectos futuros de la empresa. Destaco también el reparto compuesto en su mayoría por secundarios de lujo, a un lado Rene Russo interpretado a una madre de Thor mucho más guerrera y válida, un Odin encarnado por Anthony Hopkins que se queda escaso ante tanta acción; un Idris Elba como vigilante que adquiere mayor protagonismo y unos amiguetes de Thor que ya salían en la primera, que se supone iban a salir mucho más en esta segunda pero que finalmente se quedan en apariciones correctas.
Me da la sensación, y se nota, que hubo un intento de hacer un triángulo amoroso o dotar de mayor romanticismo o amor a la película entre Thor, su querida novia Jane Foster y su compañera de batalla, algo que después quedó en nada supongo que porque se descartó ese material pues hay una serie de miraditas y pequeños diálogos que te hacen decir… carajo, esta quiere tema con Thor y esta celosilla, pero se queda en eso, posiblemente porque (gracias a dios) Marvel ya se encargó de frenar a Taylor el cual, mucho ojo con esto, llegó a ser amenazado por la productora con no aparecer ni en títulos de crédito si no accedía a desarrollar la película por una linde más estricta, motivo por el que fue contratado Josh Whedon.
En el apartado musical, Brian Tyler sostiene la batuta como ya hizo en Ironman 3 con un tema épico, en la línea de su anterior trabajo para el hombe de hierro, pero con tintes más “divinos”. La banda sonora invade las secuencias, es todo un acierto y un punto fuerte en la cinta.
Con todas estas polémicas y lios, Thor: el mundo oscuro es una gran cinta de entretenimiento que recomiendo a todo el mundo, fans y no fans, la van a disfrutar igual, si acaso los primeros encontrarán algunas licencias que se quedan en meras curiosidades en comparación por ejemplo con el desastre del Mandarín en Ironman 3. Como sea, bravo por Marvel, lo ha vuelto a conseguir y mucha atención al simpático cameo de Stan Lee, a la aparición estelar de otro Vengador y a la escena final post créditos que desvela por donde van a ir los tiros y nos acerca un poco más a ese mundo fantástico que nos ofrecerá Los guardianes de la galaxia. Recordad además que son dos las escenas que salen, no una sola, así que hay que tragarse los créditos para esbozar una sonrisa pero merece la pena.

Nota: 8