Nueva cinta de superhéroes en el cine y nuevamente un servidor acude a
la cita para disfrutar en pantalla grande de esos fascinantes
personajes que Stan Lee y sus colaboradores Jack Kirby y Steve Ditko,
crearon para deleite de miles de aficionados al comic. En esta ocasión
los protagonistas de la historia son los X-Men, quienes ya tuvieron su
correspondiente ración cinematográfica hace unos años con un resultado
más bien decepcionante.
X-Men: primera generación es el título que recibe esta cinta. Una
película que abre la posibilidad de nuevas entregas, que a su vez es la
cuarta incursión de estos personajes en el cine o quizás la quinta si
tenemos en cuenta la película de Lobezno: orígenes. Aclarar que
en esta ocasión nada tiene que ver con los anteriores films pese a que
Bryan Singer, director de la primera y segunda entrega, haga labores de
producción.
Como siempre conviene iniciar esta crítica por el argumento del film.
La historia nos cuenta el épico comienzo del grupo de la Patrulla-X
(así se conoció en España a los X-Men), y revela la historia secreta de
una serie de sucesos de fama mundial como es la guerra fría. Antes de
que los mutantes se revelaran al mundo, y antes de que Charles Xavier y Eric Lensherr
adoptaran los nombres del Profesor X y Magneto, eran dos jóvenes que
descubrían sus poderes por primera vez. No eran archienemigos, sino que
al principio eran amigos íntimos, que trabajaban juntos con otros
mutantes (algunos conocidos y otros nuevos) para parar a algunos
mutantes que buscaban enfrentar a las dos super potencias del mundo,
EEUU y URSS, en una guerra nuclear. En el proceso se abrió una brecha
enorme entre ambos, que dio inicio a la guerra eterna entre la Hermandad
de Magneto y los X-Men del Profesor X.
La película es considerablemente mejor que todas las anteriores
juntas, mucho más rica en diálogo y argumento, mejor narrada y más
profunda. Las interpretaciones de James McAvoy y Michael Fassbender en
los respectivos roles de Profesor X y de Magneto, son de lo mejorcito
de la cinta y eclipsan al resto de personajes. Me sorprendió ver como el
británico director Matthew Vaughn consiguió llevar a
cabo un producto que dista enormemente de la fidelidad a la historia
original y cambia sustancialmente toda la trama de los mutantes,
manteniendo eso sí, algunos nexos de unión con la historia original. Los
guionistas Jane Goldman, Ashley Miller, Jamie Moss y Zack Stentz,
deciden apartarse del producto original y crear un punto de vista
diferente que sorpresivamente convence al espectador y aporta una visión
fresca de los personajes de Marvel. Es notoria la influencia de Bryan
Singer, que actúa de productor y que utiliza imágenes rodadas para la
tercera entrega “X Men 3: La decisión final”, como un posible
nexo de unión que simbolice la historia que creó para Magneto hace ya
unos años. Estas secuencias son las que abren la película, al igual que
entonces, donde un joven Erik se encuentra recluido en un campo de
concentración Nazi y su ira desata sus poderes al máximo nivel.
En esta cinta descubrimos como comenzó todo, porque Charles Xavier
acaba en una silla de ruedas, como Erik acaba convirtiéndose en el
poderoso Magneto y consigue reclutar a Mística entre otros mutantes,
como nace la escuela del profesor X para entrenar y proteger a alumnos
especiales, como surge el grupo X Men… Todo desde el punto de vista de
cuatro guionistas que, como ya he dicho anteriormente, se inventan
prácticamente el 80 por ciento de la historia y escapan al argumento
original de los comics.
La cinta se centra especialmente en Charles Xavier y Erik Lensherr,
profundizando en la personalidad de cada uno de ellos y sus relaciones
con el resto de personajes. Tiene unos diálogos muy conseguidos entre
ellos y muchos guiños y gags que son de agradecer sobre todo entre los
fans de las viñetas de los años 60 que es donde se sitúa la acción y de
donde más se han nutrido los guionistas. Por el contrario, olvidan
completamente desarrollar al resto de personajes, más bien aparecen como
secundarios sin contar datos que podrían ser interesantes como el
parentesco entre Alex Summers (Havok, el chaval que lanza energía con
sus brazos) con Scott Summers (cíclope, conocido por ser el líder de los
X Men mucho más adelante); o la historia de Mística, de Hank Mccoy o de
algún miembro más… unos cuantos personajes que quedan eclipsados por la
espléndida interpretación de los anteriormente mencionados de James McAvoy y Michael Fassbender.
Uno de los mayores errores de las anteriores entregas era la
presentación de los personajes y el excesivo protagonismo de alguno de
ellos. Se mostraban unos X Men planos, sin una meta concreta, aburridos y
diferentes, infantiles y predecibles… En esta ocasión vemos como llevan
el característico traje azul y amarillo, vemos como se relacionan y
como afloran los sentimientos. Nos encontramos sin duda ante el mejor
título de los X Men que hay en este momento adaptado al cine, porque
gustará a todos los que no conocen el comic original y mostrará un punto
de vista diferente para aquellos fans que quedaron disgustados con las
anteriores cintas.
Lamentablemente se nota que es una película acelerada, rodada con
bastante prisa y alejada de la calidad de las últimas películas de la
factoría Marvel. Se nota a kilómetros que los derechos de la franquicia
no están en Marvel Pictures y eso la convierte en una cinta inferior a Iron Man, Thor o incluso El increíble Hulk… El mayor problema de estos héroes, así como Spiderman o Los 4 fantásticos,
radica precisamente en que Marvel Pictures no puede desarrollar a su
gusto la historia de ellos porque en su momento vendió los derechos a
otras productoras (no olvidemos que Marvel Pictures nació hace muy
poquito gracias al éxito de las películas y franquicias que cedió). Esto
se hace palpable desde el primer minuto de metraje, aunque por supuesto
la épica de esta peli es asombrosa, no aburre en ningún momento, y no
sobra nada de metraje. Los efectos especiales son geniales, la banda
sonora acompaña la acción perfectamente, está rodada en un excelente 2D,
para nada necesita el formato de moda 3D y esto también es en cierto
modo de agradecer ya que la saturación de ese formato puede ocasionar
una pérdida de calidad en ciertos films.
La película es buena, esa conclusión está clara, pero tengo que darle
varios puntos negativos. En primer lugar carece de escena secreta al
final, y al no pertenecer a Marvel Pictures, como Thor o Capitán América,
no tiene nexo de unión con el nuevo universo que está creando la
poderosa compañía adquirida recientemente por Disney. Tampoco aparece
Stan Lee, no os molestéis en buscar su cameo porque no lo hay;
posiblemente se deba a las excesivas licencias que se toma el director y
los guionistas alejándose de la historia original o que el apresurado
rodaje no permitió al gran Lee estar presente en el mismo… Sea como sea,
la verdad es que se le echa en falta. Pero mucho ojo, cameo lo hay, y
más de uno, no os voy a desvelar cuales, pero hay uno en concreto muy
gracioso.
En cuanto a los mutantes que hacen aparición, tenemos alguno conocido como Bestia, Havok o Banshee. Otros son más novedosos como Azazel o Tornado, interpretado este último por el actor español Alex González, que como curiosidad os diré que no tiene ni una sola frase en todo el film pese a aparecer bastante en el mismo.
Realmente puedo afirmar que la película me ha sorprendido gratamente
pero me esperaba más de ella, los guionistas han tenido la osadía de
inventarse muchas cosas pero también de abrir un montón de frentes
argumentales que dejan abiertos, quizás para otras entregas, pero que
estaría bien hubiesen extendido un poco más, sobre todo en lo que
concierte al villano principal Sebastián Shaw, interpretado por un sorprendente Kevin Bacon.
Una lástima que Marvel Pictures no pueda hacerse cargo de estos
personajes, seguro que podría hacer grandes logros pese a que Twenty
Century Fox lo intenta y en algunos casos como este, consigue convencer.
Aún así considero que muchos fans saldrán algo decepcionados, pero yo
les diría que traten de ver esta película como un nuevo comienzo, una
nueva historia que parte de cero y que busca mostrar un enfoque distinto
partiendo de la historia original y modificando la misma con ciertos
matices y gags a lo clásico.
Decir que Matthew Vaughn, es un conocido productor y director de cine de origen británico, también famoso por haber contraído matrimonio con la modelo Claudia Schiffer, y que ha dirigido entre otras Kick Ass. A Michael Fassbender lo hemos visto en la película 300 y en multitud de series televisivas americanas; por su parte James McAvoy actuó en Las crónicas de Narnia el león la bruja y el armario o en El último rey de Escocia.
En resumen, muchísimo mejor que todas las películas anteriores de X
Men. Bastante inferior que todas las películas que nos está dejando la
factoría Marvel en estos últimos años y considerablemente divertida, al
menos esta si tiene momentos emotivos.
Nota: 7.5