Una vez más acudí al cine sabiendo que la película que iba a ver no
me gustaría, y no porque fuese mala, sino por el género y el
protagonista de la misma, hablo de Piratas del Caribe en mareas misteriosas,
la cuarta entrega de la exitosa saga que ha recuperado este tipo de
aventuras marinas. Finalmente me invitaron, de manera que si la película
me disgusta al menos no perdería dinero. Afortunadamente ese no fue el
caso, la cinta es considerablemente mejor que sus predecesoras en muchos
aspectos y resulta bastante entretenida.
La película nos sitúa tras los acontecimientos de las anteriores
entregas, no especifica el tiempo trascurrido, y se reinicia con una
nueva aventura que nada tiene que ver con las vividas por Orlando Bloom y
compañía. En esta ocasión Jack Sparrow y el resto de personajes se
embarcan en busca de la fuente de la eterna juventud, para llegar hasta
allí vivirán aventuras de todo tipo, traiciones y encuentros con
criaturas fantásticas.
La película sigue en la línea de la saga, utiliza los mismos recursos
que en las tres películas anteriores aunque apostando más por el
entretenimiento y la fluidez simplificando el desarrollo de los
diferentes personajes y no aburriendo con interminables historias de
cada uno de los protagonistas, aquí simplemente está Jack Sparrow, la
misteriosa fuente de la vida, y el resto gira en torno a este argumento,
sin complicaciones, pura aventura para entretener únicamente ya que no
es lo sorprendente que fue la primera ni muchísimo menos un super
peliculón. Más bien se trata de un producto que cumple con su cometido y
que consigue divertir y entretener sin profundizar en otras historias.
El protagonista absoluto esta vez es Jack Sparrow, no se echan de
menos a sus antiguos compañeros de aventuras y a la vez se agradece la
aparición de personajes como Barbosa que son un clásico y que aportan
continuidad a una película que puede verse perfectamente sin necesidad
de visionar las anteriores. Como digo creo que es mucho más entretenida
que las otras, aquí es una continua diversión, un entretenimiento puro y
duro que deja en segundo plano al guión, con un Jack Sparrow mejor,
menos irritante y quizás más maduro en cierto modo que en sus anteriores
periplos.
En esta película también adquiere un rol principal la señorita
Penélope Cruz, actriz que con todos mis respetos nunca me gustó y que en
esta cinta cumple con su cometido dándome la impresión que esta puesta
en el reparto más como reclamo que otra cosa. Disney consigue explotar
de nuevo la gallina de los huevos de oro con un título para todos los
públicos, que cualquiera puede ver para pasar un agradable rato
cinematográfico y que gustará a todos por lo divertido de sus
secuencias.
Quiero decir que es una película para ver en 2 dimensiones, no merece
la pena acudir a una sala de 3D porque no ofrece nada nuevo, ningún
tipo de interés en este formato, un 3D de los simples, conseguido, pero
de los que cuando te acostumbras ya no lo notas, era mucho más
espectacular el anuncio del limpiador que pusieron al principio de la
película que la propia cinta en sí. Lo que me llamó, y mucho, la
atención es que su enorme duración queda reducida ante la rapidez del
desarrollo de la historia, parece que pasan las horas y no te enteras,
si hubiese durado otra hora más no se habría notado porque reitero de
nuevo que es muy entretenida. La verdad que me resulta muy peculiar ver
esta película porque pertenece a un género que no me gusta, esta
protagonizada por un personaje que nunca me dio mucho más y encima con
Penélope Cruz en pantalla, pero con todo me ha gustado precisamente por
la rapidez con la que trascurre todo y porque cierra la historia dejando
abierta la posibilidad para la siguiente entrega. Todavía me acuerdo de
lo aburrida que fue la segunda parte y de lo caótica que resultó la
tercera, pero con esta se reaviva la llama pirata y se abre la puerta a
nuevas expectativas que espero sepa aprovechar Disney en las siguientes
partes, no olvidemos que será una nueva trilogía.
Creo que aporta un aire fresco a la franquicia, aunque en mi opinión
se repite la metodología narrativa recurriendo al éxito de lo mostrado
ya en las anteriores entregas, por ejemplo la historia de amor que
protagonizaban Keira Knightley y Orlando Bloom es ahora sustituida por
la que protagonizan el misionero y la sirena (Sam Claflin y Astrid
Berges-Frisbey respectivamente). Dirige Rob Marshall, que ya dirigió
memorias de una Geisha o Nine y que se adentra en un género nuevo para
él pero el cual no tenía muy difícil de llevar a buen puerto dada la
personalidad de los personajes de la historia y lo que arrastran tras de
sí.
En resumen, una buena cinta para pasar el rato, entretenida, visual,
llamativa y para todos los públicos. Encantará a aquellos que disfruten
con el género de piratas, gustará a quienes busquen una buena película
de aventuras y de entretenimiento y pocos saldrán a disgusto, eso desde
luego. Yo la recomiendo, aunque no es para nada un peliculón.
Nota: 7