Pues agosto esta siendo un mes de lo más cinematográfico, se me
acumulan las películas y poco a poco hay que ir viéndolas. Aprovechando
el día del espectador decidí acudir a las salas para ver el último
trabajo de Sylveter Stallone, “Los mercenarios”.
Lo primero que tengo que decir es que disfruté muchísimo con esta
sencilla cinta homenaje al cine de los años 80 y principios de los 90.
Auténtico cine de acción, del de siempre, del de toda la vida, de ese
que cuando sales del cine vas repitiendo una y otra vez las frases que
más te han llamado la atención.
La película es una autentica delicia para los aficionados a un cine
casi extinto hoy en día, y para todos aquellos fans de los actores más
duros que han pasado por las pantallas a lo largo de los años. La
historia no puede ser más sencilla, un grupo de mercenarios liderados
por el incombustible Stallone, se ganan la vida aceptando misiones
peligrosas. Cada uno de los miembros del grupo es experto en una materia
y son los mejores hombres en su campo, auténticos invencibles capaces
de deshacerse de cualquier enemigo. A partir de aquí la película nos
cuenta como entre todos tienen que derrocar a un dictador y traficante
de una pequeña isla desde la que se distribuye droga por todo el mundo.
Para conseguirlo usarán todo tipo de armas, técnicas, golpes y recursos
que sean necesarios.
La cinta conserva la esencia del cine de acción de los años ochenta,
cuando compañías como Orion o Carolco nos dejaban títulos memorables
protagonizados por las estrellas que se reúnen en este film. Desde hace
muchos años, este tipo de cine sin efectos especiales y basado en la
pura acción sin complicaciones argumentales, había desaparecido del
panorama para disgusto de muchos y alegría de ciertos críticos
cinematográficos que se creen grandes eruditos del cine.
Afortunadamente, Stallone no olvida el cine que le proporcionó el éxito,
sabe que gusta entre el público, y por ello nos brinda esta cinta cuya
definición en una sola palabra podría ser “Diversión”.
La película reúne a estrellas conocidas del mundo del cine de acción
de hace años, actores que podían hacerse cargo del guión más ridículo
para convertirlo en una obra maravillosa solamente por su carisma
interpretativo, algo que hoy en día es difícil encontrar en una película
de acción ya que la mayoría de actores que protagonizan las mismas son
lo mismo que un ladrillo. Unidos a los veteranos se encuentran también
estrellas más actuales que conviven a la perfección en esta auténtica
amalgama de tiros, puñetazos, patadas y masacres.
Desde el primer minuto, el metraje es un continúo homenaje al cine de
acción, con gags permanentemente y con grandes diálogos entre los
protagonistas, mención especial a las apariciones del genial Mickey Rourke.
Poco después de empezar la película, ya se pueden apreciar las clásicas
personalidades características de cada actor y disfrutar de las bromas
con segundas intenciones que no dejan de ser críticas o personales de
cada uno de ellos. Un ejemplo claro se produce en una de las mejores
escenas, cuando en el mismo plano están Sylvester Stallone, Bruce Willis
y Arnold Swarzenegger, un momento impagable donde por primera vez en el
cine vemos juntos a los 3 tíos duros. Lo poco que dura la conversación
que mantienen, esta a la altura de los magistrales diálogos de “Demoliton man”.
Es verdad que no tardan mucho en aparecer las típicas fantasmadas
imposibles de realizar por un ser humano pero, ¡que demonios!, es una de
Stallone caramba, que estoy harto de ver críticas destructivas con esta
película bajo el argumento de que esta mal rodada y el guión es malo
pero señores, cada película hay que juzgarla en el género que
corresponde y esta es una gran película solamente por el trasfondo que
tiene y las intenciones con las que nació, la de rendir homenaje a una
forma de hacer cine que ojala no se hubiese perdido tal y como sucedió
con el western, aunque claro hoy en día es mejor ver un montón de crios
protagonizando aventuras imposibles llenas de efectos especiales y
alargadas con hasta 7 entregas para cumplir un único objetivo, RECAUDAR.
Aquí sin embargo se nota que la intención es otra, por supuesto que
dinero se van a llevar, pero esta claro que la película se ha hecho para
lo que se ha hecho y punto.
Prácticamente durante todo el metraje se ven tiros, explosiones,
ostias y palabrotas, aderezadas con un toque Gore que le pega y que
reafirma aún más mi opinión sobre el homenaje que Stallone ha querido
hacer. Primerísimos planos y típicos tópicos del género hacen de la
película una emotiva rememoración de aquellas sesiones dobles en los
cines sencillos de las ciudades y pueblos.
Juntos pero no revueltos están: Silvestre Stallone, archiconocido hombre de acción con títulos a sus espaldas como Demolition man, la saga Rambo, la saga Rocky, El especialista, pánico en el túnel, Tango y Cash… que protagoniza la cinta como jefe de los mercenarios; Jason Statham, como experto lanzador de cuchillos y con películas memorables como la saga Trasporter o la saga Crank; Jet Li, como el experto en artes marciales, que deja innumerables cintas de acción como “El beso del dragón”, Romeo debe morir”, “El único”…; Dolph Lundgren como el problemático del grupo, actor que recordamos de títulos como Soldado Universal, fuga mortal o Rocky IV; Randy Couture, todo un campeón de la lucha libre; Steve Austin, otro de los pesos pesados del Wrestling; Terry Crews, gladiador americano que participó en cintas como Terminator Salvation y clásicos de la acción; Mickey Rourke, como un experto tatuador y en cierto modo consejero, un actor que resurgió de forma memorable con la película “El luchador” y que ha participado en infinitas películas de acción de la época, recientemente también en “Ironman 2”; Eric Roberts,
el villano de la película y en general villano en todos los títulos que
nos dejó que son muchos, su rostro peculiar de malvado sin escrúpulos
lo hemos visto en “El tren del infierno”, “El especialista”, “Batman el caballero oscuro” o “Enemigos públicos”; Bruce Willis, que hace aparición estelar junto con Arnold Swarzenegger, ambos son clásicos que dejaron títulos como “La jungla de cristal” o “Terminator” y aparecen para mostrar cierta piquilla entre actores y bromear como amigos que son.
En esta cinta faltaban varios pesos pesados como Chuck Norris, Jean Claude Van Damme (que no quiso participar el tonto de él y luego hace la desastrosa Soldado Universal 3), Steven Seagal, Wesley Snipes o Vin Diesel así como chicas como Sandra Bulock (que
tampoco quiso participar). Las intenciones de Stallone son hacer tres
entregas, si lo hace y mete a estos que acabo de mencionar,
sencillamente obtendríamos una película impagable y soberbia que
merecería la pena ver solamente por el reparto de lujo.
El papel femenino recae en Giselle Itié, que cumple
su cometido pero no pega con Stallone, si hubiese sido Bulock otro gallo
cantaría. En definitiva, Los mercenarios es una película de acción pura
y dura clásica de finales de los 80 y principios de los noventa, es un
título que pasará a la historia como lo han hecho ya otros del mismo
género y que sin duda levantará las carreras cinematográficas de algún
que otro interprete que ya había caído en el olvido. Divertida manera de
olvidar penas, si queréis reír y disfrutar no dudéis en ir a verla.
Abstenerse críticos o relamidos que busquen guiones complejos, diálogos
de oscar o interpretaciones legendarias. Sinceramente le auguro un gran
éxito en taquilla, personalmente así lo espero, y animo a Sly a realizar
otra entrega en cuanto pueda porque triunfará. No quiero que me
preguntéis si la película es buena o es mala, ni que me venga nadie con
exquisiteces, solamente es una película que pertenece a un género
extinto y que consigue reavivar el espíritu de aquellos maravillosos
títulos que hoy son legendarios.
Nota: 8.5