Hacía ya varios meses que no iba al cine, principalmente por falta de tiempo, y el mono cinéfilo ya me apretaba desde hace tiempo por lo que este día he encontrado un hueco para acudir a la gran pantalla y la película elegida fue Independence Day: Contraataque. Se trata de la secuela de la magistral cinta de Roland Emmerich del año 1996 que, con objeto de la celebración del 20 aniversario de su estreno, parece ser que se proyectó esta nueva entrega tan innecesaria como irrelevante.
No diré que es una mala película en este género pues no dista mucho de otros títulos de similar desarrollo como Battleship, por citar un ejemplo, pero desde luego está muy lejos de ser una gran película como en su día lo fue su predecesora, ni siquiera se queda en buena película, es más bien una más. La verdad es que es una pena, pero la realidad es que la gloriosa Independence Day no precisaba de un alargamiento como este y, si de lo que se trataba era de hacer un homenaje a la cinta original, perfectamente podría haberse planteado una historia original quizás que sucede cientos de años después o en un futuro mucho más lejano, que se yo… el caso es que aunque lo intenta no llega a satisfacer y pese a la indudable calidad técnica de la cinta y el buen hacer de Emmerich en las secuencias de acción (muchas más que en la primera y con más presencia de extraterrestres) la cinta no logra despegar argumentalmente, aunque lo dicho, nada que objetar en cuanto a espectacularidad.
Vamos a ver, la película tiene dos lecturas o dos maneras de entenderla. Por un lado está la cinta como secuela de la clásica, los fans de la misma enseguida expulsarán bilis y otros fluidos de asco al ver cómo han desarrollado el futuro de esos personajes principales, cómo han evolucionado y como ha variado el ambiente de película sorprendente que tenía la primera. Es decir, para el espectador que quiera una Independence Day como en 1996, o que al menos respetara aquel ambiente, sin duda la cinta es un tumor.
La otra lectura es analizar la cinta como una película más de invasiones extraterrestres, otra más para la larga lista de historias de batallas entre humanos e invasores alienígenas, olvidando el título y cualquier relación con Independence Day… Si esta es la postura, no es una malísima película, cumple con lo suyo y ancha es Castilla; se queda en un producto palomitero, para despejarse un par de horas con un visionado y olvidarla más pronto que tarde.
Pero claro… es que es la segunda parte de Independence Day, y eso pesa mucho. Sucede que, al margen del guion y el desarrollo argumental, el espectador ya no encuentra esa sorpresa que había en la original. Obviamente entonces todos nos quedamos asombrados al ver cómo poco a poco invadían el planeta y como con una soltura y gran narrativa nos iban presentando los personajes, los extraterrestres (que mantenían su aspecto oculto hasta bien desarrollada la trama), la destrucción de cada ciudad y como cada personaje iba sobreviviendo o ese giro argumental en el que de repente nos encontramos con un Jeff Goldblum y un Will Smith pilotando una nave espacial.
Esos momentos épicos y emotivos con sacrificios de personajes queridos, esas secuencias desesperadas de estrategias para tratar de salvarse de la destrucción… en definitiva, todo lo bueno que tenía la cinta original se queda en un tercer plano para convertirse en una historia al uso de extraterrestres que vienen a destruirnos. El título de la película no puede resumir mejor el guion “Contraataque”, y en eso se reduce la historia. Es lo que decía al principio, no creo que sea justo decir que es lo peor que se puede ver o una mala película de invasiones extraterrestres porque no es así, si se le quita el nombre de Independence Day, se quita a los personajes de aquella y se plantea como una cinta más del género pues funciona, pero el problema es la etiqueta y solamente por eso la película acaba auto destruyéndose en una amalgama de efectos muy espectaculares pero con secuencias que llegan incluso al ridículo.
Al margen de todo esto y ya tratándola como continuación de la original, desaprovecha prácticamente a todos los personajes originales dándoles una trama tosca y sin olvidar a aquellos que alivian un poco la “tensión” con aspectos cómicos bien hilados en la primera entrega, como es el caso de cierto padre de un personaje, que entonces me caía muy bien pero que en esta cinta deja mucho, mucho que desear.
Las nuevas incorporaciones, pues tampoco se puede sacar mucho más de ahí, cumplen con su papel de machacas y en cierto modo puede que sea lo mejor, al menos es la novedad de la cinta, pero tampoco emociona, no empatizas con los personajes, no te emocionas con ellos, y cuando en una película ves morir a alguien y te importa una mierda… mal asunto.
En definitiva, producto de un visionado para pasar la tarde que poco o nada tiene que ver con la cinta original, pero que se salva si se visiona entendiéndola como una película de invasiones sin mayores pretensiones, con un aprobado por su espectacularidad y buen hacer del director en la parte de acción, que es lo suyo.
Una lástima de secuela, terrible. Una película correcta de invasiones. Un producto palomitero sin más, para olvidar.
Nota: 2 (Como fan de Independence Day)
Nota: 5 (Como película de invasión extraterrestre que nada tenga que ver con la primera)