El legado cinematográfico de 2015

Bueno, de nuevo llegamos al final del año, quedan pocos días para que arranque el 2016 y como siempre me toca hacer balance de las cintas que he ido a ver al cine en este 2015. La verdad que ha sido uno de los años que menos veces he ido al cine, había varias películas que tenía intención de ver en la gran pantalla como Marte, Cenicienta o Jurassick World; pero finalmente por un motivo u otro no he ido, tampoco me inspiraban mucha confianza y prefiero visionarlas en formato doméstico. Igualmente dejé de lado algunas sagas literarias que comencé viendo en el cine pero que como no me gustaron he abandonado y, quizás más adelante, en algún pase por televisión me anime a verlas… Es el caso de Los Juegos del Hambre, cuya última parte ni he ido a ver o Divergente, que ya tuve suficiente con la primera entrega.
En definitiva, en cartera tenía pendiente ver muchas películas este año pero finalmente en la gran pantalla no he visto tantas como pretendía, también el factor tiempo influyó, pues he estado bastante ocupado en muchos proyectos durante el año; pero sea como sea, las que he visto merecen como cada año un repaso.
Comenzaré por Fast and Furious 7, la séptima entrega que se estrenaba a mediados de abril y que venía arropada por el morbo del fallecimiento de su protagonista, Paul Walker. La saga Fast and Furious ha ido evolucionando notoriamente con el paso de los años, en un principio estaba dedicada enteramente al mundo de las carreras callejeras, el tunning, etc… Sencillas y sin mayor pretensión, la primera y segunda parte marcaron una tónica que representa a la franquicia; posteriormente se intentó alargar el chicle con una tercera entrega que gustó poco y una cuarta que intentó remontar el vuelo recuperando algunos elementos de las original pero que tampoco caló.
Fue a partir de la quinta entrega cuando la saga adquiere un nuevo tono y varía su tónica de carreras callejeras hacia un escenario de película de acción con toques policiacos que intenta unir cada parte y a su vez presentar una nueva saga cinematográfica con continuidad argumental. Fue el director Justin Lin quien relanzó la franquicia y la reavivó haciendo de ella un éxito mayor. La séptima entrega la dirigió James Wan, pero lo hizo siguiendo la estela de Lin y el resultado fue verdaderamente bueno; el elenco original completo se reúne de nuevo para vivir una aventura, en la que el villano es Jason Statham, llena de acción y diversión aunque también alguna ida de olla importante que eleva el nivel de locura a límites difíciles de superar en próximas entregas.
Fue una película muy divertida y la verdad que también bastante emotiva con homenaje a la memoria de Paul Walker incluido, muy elegante.
Un poco más adelante la cita en la gran pantalla era con el súper grupo Los Vengadores, tocaba en la cercanía de mi cumpleaños ir a ver la segunda entrega de este grupo de héroes cuyo villano para la ocasión era Ultrón. Desde luego la película me gustó, no tenía duda de ello pues cada cinta que hace Marvel me gusta casi más que la anterior y en este caso la película mantiene el estilo de la primera entrega. La han acusado de repetir esquemas, yo personalmente considero que ha sido acertado hacerlo así y si tengo que ponerle algo negativo sería evidentemente el recorte de metraje que ha sufrido, un recorte que se nota en el desarrollo y que quizás mermó la epicidad de la misma y creó algunas lagunas que los más “conservadores” no fueron capaces a asimilar; sea como sea, la segunda parte de Los Vengadores fue espléndida y ya figura en mi estantería de películas jejejeje.
Después tocó ir a ver una nueva propuesta de Disney, una propuesta curiosa, interesante y sí, entretenida. Pero desde luego muy desaprovechada; os hablo de Tomorrowland, la película que narraba ese “mundo” paralelo que solo los “elegidos” conocían y que de alguna manera controlaba nuestra realidad. Un argumento curioso y verdaderamente atrayente pero que falló en el desarrollo, en la conclusión y en la elección del protagonista ya que George Clooney no pegaba ni con cola en la cinta. De todas maneras, reconozco que en su momento la disfruté, pero podría haber sido mucho mejor. Es de esas cintas que te dejan con sensación de “lo que podría haber sido”, ya me pasó con otras tantas como “In Time”, pero bueno, es lo que hay.
Posteriormente llegó una vieja saga a las salas, otra entrega más que podía hacer dos cosas: o ser la hostia o ser una basura… Se trata de Terminator Genesis, y en su caso, fue la hostia. Una película asombrosa que recupera el espíritu de la saga original y da una vuelta de tuerca a la historia presentando de forma excelente una cinta de acción con viajes en el tiempo y paradojas temporales que funcionan realmente bien. Todo hilado y explicado a la perfección, evocando a las queridas primera y segunda entrega; sin duda una de las sorpresas del año. No os puedo describir lo mucho que la disfruté y el buen sabor de boca que me dejó; para mí, la tercera entrega y la bazofia protagonizada por Sam Worthington no existen. Por otro lado, no pudo regresar a la franquicia de mejor manera Arnold Swarzenegger, espléndido.
Ya entrado el verano, tocaba ver otra de super héroes, en este caso el debut de Antman. De nuevo Marvel nos presenta en la gran pantalla un nuevo personaje para nutrir su complejo universo cinematográfico, y el resultado una vez más fue excelente. La cinta es divertida y llena de acción, con un reparto que acierta a la perfección y un desarrollo sencillo a la par que complejo. Me sorprendió porque es de esas pelis de super héroes clásicas pero incorporada en el mundo que Marvel ha creado en la gran pantalla. Genial película con la que Marvel despide su fase 2.
No todo iba a ser bueno, y Los 4 Fantásticos volvieron a la palestra para perpetrar una cinta horrible, de las peores que he visto, que transforma a las cintas anteriores de la super familia en buenas películas. No acierta en nada, es aburrida, tediosa, lenta, oscura… los personajes no tienen carisma, no tienen feeling, son angostos, extraños… La trama es absurda, mal contada, sin alma… Pfff podría pasarme horas hablando de lo malísima que es porque ni los 9 minutos de acción finales que tiene esa monstruosidad de 2 horas y pico de metraje, valen la pena.
Una sorpresa fue El último cazador de brujas, una cinta de Vin Diesel que parecía no ser gran cosa y que, caramba, moló. Se trata de una mezcla entre Blade y Los Inmortables verdaderamente entretenida. Es muy sencilla, no tiene una complejidad argumental que destaque, pero es muy divertida y bien llevada. Reconforta y es agradable ver a Vin Diesel haciendo papeles nuevos pues el hombre corre el riesgo de encasillarse en personajes que sí molan como Riddick o Toretto, pero el chaval puede presentarnos más facetas y personajes, este caso nos sirve de ejemplo. Ah, y que por lo menos la peli es original dentro de la temática porque vaya lo que cuesta encontrar una película con una trama que no sea adaptación de un libro, un remake o cualquier cosa.
Por supuesto llegó una nueva entrega de James Bond y como fan de la saga no podía dejar de verla. Daniel Craig encarna de nuevo al agente 007 en la que es ya su cuarta interpretación del agente secreto en la gran pantalla. En esta ocasión la película es realmente buena, mejor que Skyfall, y recupera el espíritu de las películas clásicas que es algo que la nueva tanda de cintas de Craig había ido perdiendo. En esta ocasión se recupera la figura de Blofeld y la siniestra organización Spectra para perpetrar un filme espléndido de James Bond que sin duda se alza como la mejor de las entregas de Craig hasta la fecha.
Y por supuesto, para concluir el año cinematográfico, tocaba ver Star Wars Episodio VII, y menudo fin de fiesta… me encantó, por fin vuelvo a ver una película de Star Wars como antaño; ya era hora caramba. Es una entrega entretenida, genial, llena de gags a la saga, que recupera el espíritu original y a los personajes más queridos para elaborar una trama que si bien bebe un poco de los sucesos y situaciones del “Universo expandido”, no tiene nada que ver. La han acusado de repetitiva, de ser un calco del episodio IV, de todo… pero al fin y al cabo es lo que los fans quieren ver, para ver el senado y el parlamente ya tenemos a Rajoy y compañía. Yo soy claro, me mojo… para mí está a la altura casi casi casi de las antiguas.

Y estas son todas las películas que he ido a ver al cine; quedan pendientes otros títulos para visionar en formato doméstico o por Netflix o por televisión; ya veremos si me animo… Pero el caso es que 2016 se avecina muy grande cinematográficamente hablando. Tendremos de todo, y los títulos que más me llaman la atención os los comentaré también aquí en un próximo post, hasta entonces, como siempre… Nos vemos en el cine.

Un saludo.