Esta tarde por fin he podido ver la nueva película de Godzilla, cinta que me causó en su momento bastante expectación y en la que tenía bastantes expectativas. Puede que sea por el hecho de ser un fan incondicional del personaje, puede que sea porque me encantan las pelis de monstruos, tal vez puede que sea porque de pequeño disfrutaba no solo con las pelis de Godzilla sino con tantos y tantos seres gigantescos como Ultraman o los Megazords de los Power Rangers, o tal vez puede que sea que la película es simplemente buena; pero el caso es que me ha gustado, y me ha gustado mucho, puedo decir y digo que no me ha decepcionado en absoluto y que la he disfrutado como un niño.
Ni que decir tiene que esta película está a años luz de su predecesora, una cinta que dirigió Roland Emerich en 1998, en una época en la que el director debió de haber dormido mal o ingerido algún tipo de comida en mal estado para engendrar semejante bazofia. Aún ha dio de hoy, me sorprende hasta qué punto aquel filme es malo, desde el argumento principal centrado en convertir a una inocente y pobre iguana en un monstruo radiactivo cuyo fin único era proteger y dar de comer a sus retoños, pasando por el terriblemente malo Matthew Broderick como protagonista, un desastre de proporciones épicas que dejó a la franquicia muy tocada y que, afortunadamente el director Gareth Edwards supo reconducir de forma estupenda dando origen a esta cinta que, además de ser entretenida, rinde homenaje y hace justicia a los clásicos títulos del monstruo Nipón.
Esta película se encuentra a medio camino entre una cinta de catástrofes y una de monstruos destructores, mezclando ambos géneros en un combinado con acción, cierta emoción y un poco de suspense. Juega mucho con la insinuación, es una película que trabaja sobre todo los planos sutiles dando a entender que algo está pasando, que algo que parece ser una criatura gigante aparece de la nada… en ese aspecto toda la primera parte de la película está plagada de ese tipo de planos donde no sabes muy bien que aspecto tienen las criaturas que aparecen, que está sucediendo o sencillamente el porqué de su presencia en nuestro mundo.
Poco a poco, todo ello se va moldeando, va cogiendo consistencia y finalmente se desarrolla una estupenda secuencia final donde los efectos especiales son superiores y que realmente es épica, un dignísimo homenaje a Godzilla, que llega a la pantalla con el orgullo de poder ser una muy buena versión modernizada del clásico del cine japonés.
La historia principal del film es bastante sólida, en contra de lo que pensaba, me han gustado mucho las explicaciones en torno a porque sucede todo, como comienza todo, a que se debe que suceda lo que sucede y sobre todo el porqué, el cómo y el cuándo de Godzilla y su función en el planeta. No esperéis ver una película a cascoporro con acción porque sí o con una historia pueril o ridícula, todo está bastante bien hilado y por parte de los actores, todas las interpretaciones han sido correctas, tampoco es que haya que estudiar arte dramático para la mayoría de secuencias que protagonizan, pero destaco sobre todo el papel de Bryan Cranston, siendo interpretativamente hablando el que se lleva el gato al agua.
Los demás son actores que cumplen todos con su cometido, sin más, lo hacen bien y no hay que buscarle tres pies al gato, al final de todo, el protagonista acaba siendo Godzilla; tarda en salir eh!!!, también os lo digo, pero la espera merece la pena y personalmente creo que sus “sutiles” apariciones antes de la traca final del film, son muy buenas. La técnica de la cinta es sublime, de veras puedo decir que toda la secuencia del final, los momentos en los que se ve a Godzilla en todo su esplendor, son de lo mejorcito que ha dejado en los últimos años el efecto especial.
No tengo mucho más que decir sobre esta película, la verdad es que no es un título donde se pueda uno detener en las interpretaciones, en la profundidad de la historia o en otros matices estrictamente cinematográficos. Es una cinta para disfrutar, es una película que te mantiene en vilo a ver qué pasa durante toda la primera parte del metraje y que te inyecta una secuencia final espléndida donde Godzilla cumple su función y donde los civiles, o el ejército, o el protagonista o como queráis llamar a todos los seres humanos participantes en la secuencia, cumplen también con la suya.
Es por tanto una película para fans del monstruo, una película para todos los espectadores, no necesariamente te tiene que gustar el género aunque sí se disfruta más si conoces un poquito del personaje clásico y pillas los guiños al material original. Ni que decir tiene que el monstruo está recreado de fábula, es él, es Godzilla, el mismo que recordaba de las películas clásicas y el mismo que yo mismo tenia de niño en juguete; se ha respetado también ese aspecto y por lo tanto merece el éxito que ha cosechado y su, ya confirmada, futura secuela.
Nota: 8