Pues tenía que llegar y llegó, la primera parte de la última entrega
de Harry Potter se ha estrenado y por tanto su universo vuelve a estar
presente en las carteleras eclipsando al resto de estrenos de esta
semana. Bien, realizar una crítica para esta película es un tanto
complejo ya que hay que tener en cuenta el resto de entregas, la saga
literaria y la evolución de los personajes con el paso de los años.
Ciñéndonos a esto habría que realizar dos críticas distintas para ser
realmente justos con esta cinta, por un lado la crítica de los fans y
seguidores de la saga Harry Potter y por otro la crítica de los profanos
en la obra literaria y aficionados al cine. Yo personalmente me
encuentro entre los segundos ya que no he leído jamás ningún libro del
famoso mago y por tanto difícilmente puedo juzgar la película en lo que a
su adaptación se refiere, si que puedo hacerlo sin embargo como
aficionado al cine y habiendo visto el resto de entregas y los sucesivos
cambios acontecidos en las mismas, cintas que desde hacía varias
entregas han ido cayendo en la más profunda de las muertes salvo quizás
la quinta parte.
La primera y original “Harry Potter y la piedra filosofal” presentó
un universo fascinante de imaginación y peculiaridades que sin duda
quedarán en la historia del cine, pero a partir de la segunda parte ha
ido perdiendo fuelle poco a poco hasta desinflarse completamente en la
anterior parte “Harry Potter y el misterio del príncipe mestizo”.
No era demasiado difícil superar esa cinta, de manera que esta última
entrega es claramente superior pero no por ello deja de defraudarme en
varios aspectos que paso a comentar a continuación.
La película empieza de forma apasionante, el inicio de la cinta
anuncia una fuerte carga sentimental, un aliciente de drama considerable
y una más que posible acción con respecto a las actividades de los
villanos de la historia. La primera parte presenta una secuencia
espléndida, como las que vimos en otras entregas, en la que vemos una
apasionante y emocionante persecución de los malvados así como una
planificación de los mismos para enfrentarse al joven y todavía
inexperto mago. Todo parece indicar que vamos a ver una película de
aventuras llena de secuencias emocionantes y con fuertes cargas de
acción.
Sin embargo, conforme avanza la película, lo único que me he ido
encontrando es a unos personajes que vagan eternamente por bosques sin
saber a dónde ir a la espera de no se sabe qué y no se sabe cuándo.
Personalmente creo que casi dos horas y media de película para destruir
un artilugio y para descubrir lo verdaderamente interesante de la misma,
que son las famosas reliquias a las que se alude en el título, se hacen
considerablemente largas ante la espera y el deseo de que avance la
historia un poco. Media hora menos de escenas entre arboles y bosques
sin ningún avance habrían caído bien para aquellos que estamos deseando
ya desde la tercera entrega que se nos muestre el anunciado
enfrentamiento con el señor oscuro Voldemort, que en esta ocasión ya
pinta algo más en la historia pero que continúa ridículamente sin hacer
nada de nada salvo reunirse con una serie de personajes que una vez más
quedan en el olvido siendo eclipsados por el insoportable personaje que
interpreta la señora Bohan Carter.
Una vez más he vuelto a encontrarme con un título en el que
posiblemente los fans de los libros se sientan altamente satisfechos
pero en el que los que esperamos ver algo más que situaciones medio
amorosas entre los personajes y ridículas discusiones provocadas por un
artilugio que como si se tratase el anillo único parece sacar lo
peorcito de cada persona que lo lleva consigo. Sorprendentemente ya me
esperaba algo así, tampoco le pedía peras al olmo, pero creía que ante
el inminente final se iba a poder disfrutar de algo más y no de lo mismo
de siempre ya que acabé con la misma sensación que la anterior parte,
una agonizante espera inundada por los sentimientos y dramas de los
personajes principales, unos personajes que sinceramente tampoco tienen
chicha bastante como para crear el triángulo amoroso lleno de celos y
desconfianza que hay por parte de los protagonistas convirtiendo a
Hermione en el centro de sus peleas y aletargando el transcurrir de la
película.
Se desaprovechan muchos personajes interesantes en pos de narrar las
vivencias personales del trío protagonista que no me acaba de convencer,
posiblemente cualquiera de los personajes secundarios que aparecen sea
más atractivo argumentalmente que estos tres amigos que llegan a su
madurez y como tal comienzan a vivir experiencias más adultas, esto en
parte tampoco es muy negativo ya que acerca la película a un público más
maduro y trasforma la narración de la cinta en diálogos complejos y eso
sí, interminables.
Como comentaba anteriormente, el mayor problema de esta película
radica en aquellos que no somos fans acérrimos de la saga literaria y
que estamos esperando un poco de chicha entre tanta carga sentimental y
emotiva. Creo también que existe un problema que va más allá del propio
argumento del film y es que esta vez la película es verdaderamente fiel
al libro, así lo afirman la mayoría de fans, y a su vez esto provoca que
muchos de los personajes suenen a raro en el espectador inexperto.
Posiblemente tanta paja en las anteriores entregas cinematográficas de
Harry Potter han hecho que personajes como Tonx, LaFleur y varios
miembros de la orden del fénix (entre otros), parezcan nuevas
incorporaciones en una película que puede parecer confusa precisamente
por eso y es que he echado en falta alguna puesta en antecedentes para
recordar donde y como han ido a parar la mayoría de personajes porque
aun habiendo visto las películas anteriores tengo que reconocer que me
vi obligado a hacer un fuerte ejercicio de memoria para reconocer a los
personajes, términos y lugares que se me presentaron, sobre todo al
principio del film, y esto no es problema para aquellos seguidores
expertos pero sí para el espectador que va al cine a disfrutar de una
película.
Antes decía que la acción iba desapareciendo considerablemente tras
el inicio del film y que la historia era demasiado lenta y demasiado
centrada en los personajes principales y su sentimentalidad olvidando el
resto de partícipes e intentando arreglar así todos los estropicios
acontecidos en las otras películas. Pues bien, tengo que reconocer
también que esto no es culpa del director, ni de los guionistas, ni de
los propios actores, sino de una J.K.Rowling que
aprovechó la gallina de los huevos de oro que le ofrecía el cine para
escribir un último libro que comienza de forma que enganche con bastante
acción y que se alargue eternamente con absolutamente nada para
finalizar con un desenlace medianamente digno, y por ello la culpa
quizás es de la propia autora.
Mucho, muchísimo plano para Hermione y Harry Potter, que
continuamente realizan paripés para agradar a los fans como el bailecito
que el señor Potter hace con la jovencita para animarla (después de
días) o la escenita de ambos mostrándonos como han crecido ellos y
también sus atributos en una secuencia que intenta calentar un poco el
ambiente y que sin duda despierta entre los fans algún que otro suspiro.
Un montón de personajes que no aparecen absolutamente nada y otros que
regresan para no hace tampoco nada. Otro montón de plano para la
insoportable Beatrix y una considerable apuesta por recuperar al
personaje de Dobi y las criaturillas simpáticas para darle un final
memorable.
Decir también que igual que digo que la película me ha aburrido
bastante en la mayoría de metraje, un metraje excesivo para lo que se ha
contado y como se ha contado, también tengo que reconocer que esta
película ha dejado secuencias espléndidas y momentos grandiosos dignos
de pasar a la historia del cine moderno como la incursión de Harry y sus
amigos en el ministerio de magia o la narración de la leyenda de los
tres magos que se hacen con las reliquias de la muerte, una narración
estupenda que se adereza con una animación muy atractiva que hace
palidecer cualquier película animada de Tim Burton. Al margen de estas
escenas, los efectos especiales son también notorios, impresionantes en
las pocas secuencias de acción que se nos muestran y agradecidos para
los que queremos ver algo de chicha entre tanto bosque y tantas idas y
venidas, es una autentica maravilla ver el final de Dobbi, lo bien hecho
que está y lo realistas que resultan las criaturillas que aparecen en
la película.
En definitiva, “Harry Potter y las reliquias de la muerte parte 1”
no me ha ofrecido absolutamente nada, han sido dos horas y pico de
alargamiento de una historia que ya no da más de sí y que
desesperadamente clama a gritos la batalla final entre el bien y el mal.
Me quedo con varias secuencias como las que he comentado anteriormente y
con la sensación de querer más, me quedo pidiendo más, que me den algo
más, porque si en dos horas y media de metraje a falta de otras tantas
para el desenlace final de la franquicia, solo han podido ofrecer esto…
tengo auténtico miedo en lo que me pueden ofrecer para cerrar la
historia.
Resumiendo, la película es un mero entretenimiento para los profanos y
desconocedores del libro original, una cinta que puede resultar caótica
si no conoces al dedillo a todos y a cada uno de los personajes de la
novela y que conforme avanza en la trama no ofrece nada destacable. Para
aquellos que son fans y han leído el libro, seguramente han quedado
maravillados ante el film y podrían soportar otras dos horas
interminables de diálogos de celos, dramas, peleas e idas y venidas del
trío protagonista sin llegar a ningún sitio.
Creo que es superior a su predecesora, aunque eso no era muy difícil,
pero inferior a otras entregas como la orden del fénix, donde los
personajes sí que compartían protagonismo con los secundarios y ofrecía
bastante acción. Desde luego no es la película de estas navidades y
espero que en Junio se cumpla lo que aparentemente se promete y salga
algo en condiciones porque si no estaríamos ante uno de los desastres
más estrepitosos del cine con el cierre de una saga. Por cierto ¿Qué ha
sido de la señora McGonagall? ¿y del resto de profesores de Howards?
Nota de la película: 6